Que no se apague la luz

El aviso-grafiti está escrito en la pared de la cancha del Club Boca Junior, en Buenos Aires…

…. y, con palabras más palabras menos, amenaza que “Si no dejan entrar a la barra visitante habrá bala. El partido no se juega”. Se refiere al próximo cotejo, de fútbol,  River-Boca que será pronto. Necesitan oscuridad. Necesitan apagar la luz. No saben hablar. No quieren. Escriben en la oscuridad de la noche. En la oscuridad de esas oficinas.

Esto no resiste ningún análisis. Es un asunto puramente policial. Y luego de la Justicia.

Pero preocupa ¿o no? Claro que sí. Y más a la gente del rugby que lucha con cualquier arma para que este deporte no sea profesional. “Ustedes quieren profesionalismo, ahí tienen” Sentencian.

A mí es eso lo que me preocupa: que haya gente en este deporte que no valore las propias fuerzas que tiene el ciudadano de a pie, que es el hombre común del rugby, para mi identificado en la gran cantidad de voluntarios que en toda la superficie de la Argentina ayuda a los entrenadores en su interesante tarea de enseñar.

Entonces yo la tengo. Yo tengo una fórmula para construir el cómo se llega al profesionalismo. Y es que esa gente de a pie siga trabajando en la cantera. Siga en contacto con la niñez y los jóvenes. Sigan creyendo en ellos. Y que también, por ese camino y con el mismo espíritu, lleguen a sentarse en la mesa de los que dirigen y proyectan. Camino que recorrerán practicando el juego limpio, ese que hoy muestran a los niños y a los jóvenes. Ése es el cómo que propongo. En esa mesa, entonces, tal como en la cancha no habrá trampas ni mezquindades. Reinará la racionalidad. Tal como sucede con el profesionalismo de verdad.

 

 

Jorge Mazzieri, desde Córdoba, especial para Tercer Tiempo

Opinión