Garra Puma, defensa, obtención y algo más

Se viene otro duro examen, de esos en donde los Pumas nos tienen acostumbrados a dar el sorpresivo zarpazo. Falta, todavía, que sea letal para la presa.

Ojalá en la cancha fuera tan fácil como en la analogía precedente (en donde el predador tiene muchas chances de quedarse con su presa). Pero sabemos que esto es sólo un juego de palabras. En el juego del rugby entran a tallar un sinnúmero de factores y condicionantes sobre el resultado final.

Lo cierto y sabido es que los All Blacks son la primera potencia del rugby mundial, y por lejos. Tal vez con la única mancha en su frondoso historial de no predominar claramente en los mundiales, de hecho tienen tantos ganados como Australia y Sudáfrica, dos. Y si esto puede tomarse como una luz de esperanza, quiere decir que a pesar de hacer brotar comparaciones ante cuanto partido se aprestan a disputar del tipo como que son una ‘máquina’, o que alcanzan casi la perfección del juego, o que son imparables para defensa que enfrenten, aquella estadística refuta todas estas ponderaciones. Se les puede ganar, por su puesto. El (gran) tema, en todo caso, es cómo.

Y la respuesta por su puesto no es sencilla, pero la han sabido responder con nota sobresaliente los franceses por caso, y en más de un mundial.

Otros seleccionados ocasionalmente también le han sabido buscar la vuelta y doblegarlos, como los sudafricanos en aquella épica final del 1995 (inspiradora de la recomendada película Invictus), como locales y ante un contexto histórico-humano-motivacional incomparable (a poco del ‘punto final’ a una oscura y sufridísima época de segregación racial conocida como Apartheid, con la liberación del héroe máximo nacional Nelson Mandela luego de varios injustos años encarcelado) y que dejara perplejos a propios y extraños anulando, entre otras cosas, al imparable (hasta ese entonces) y legendario Jonah Lomu, figura inigualable, a la fecha, del rugby internacional.

Y algunos contados partidos perdidos más en su foja, contados, pocos, pero también pueden perder.

Los Pumas, por su lado, tienen lo principal para jugar a este deporte, el corazón, los huevos, una fervorosa actitud que suple muchas otras faltas o carencias, y que orgullecen ‘a propios’ y hacen encender la llama de las más decorosas críticas ‘a extraños’.

Nadie sabe cuándo será la hora de ese ‘histórico paso’, pero sí que se está tratando de acortar el camino con mucho sacrificio, mucho entrenamiento específico y cada vez más tecnologizado, entrenadores contratados de alto nivel de reconocimiento, un presupuesto creciente en pos del mejoramiento del juego en general y claro está, esta gran posibilidad de participación en el Rugby Championship, que como trampolín, lanzan a los Pumas a los primeros planos del rugby internacional, dando más que batalla en cada partido que se presentan.

Falta mucho por mejorar, por corregir, pero siempre hay para mejorar, para seguir creciendo, de hecho los mismos All Blacks, los mejores, se siguen perfeccionando y mejorando. Ellos, con una riquísima historia, una calidad técnica, una genética proveniente de sus razas nativas ideal para la práctica del rugby, y un entendimiento y puesta en escena del juego para más que admirar y aplaudir.

Los Pumas con su sello de verdaderos gladiadores del deporte ovalado, con una de las mejores defensas del mundo (por momentos la mejor, falta más regularidad para que sea reconocida como tal oficialmente), y con un notable crecimiento en los últimos tiempos en sus aspectos más ‘flacos’ del juego: el ataque en general, el line, la conservación y utilización/aprovechamiento de la tenencia de la pelota, la efectividad de sus pateadores, entre los puntos más destacados.

Pero los Pumas hacen lograr y revalorar una cosa muy valiosa que es la de olvidarnos del exitismo, y que esto no se entrelea como una tendencia ‘conformista’ o ‘derrotista’ , para nada, por eso digo y resalto lo de mejorar, seguir mejorando, y también venimos diciendo de que el rugby es un juego de ataque (nada nuevo, ya lo dice el mismo reglamento) y que no se logra un ataque variado e incisivo de la noche a la mañana… Decía, los Pumas, con lo que dejan en la mayoría de los partidos contra las potencias mundiales, es digno de admiración, de sentirse orgullosamente representado por semejantes jugadores que dejan todo en la cancha!, que se las patean!, y que le juegan de igual a igual, sí, de igual a igual, hoy en día al que se le plante enfrente, y ojo, que esté bien enraizado, porque si no corre serio riesgo de caer a tierra!

Gracias por leer esta nota y a alentar como siempre a Los Pumas desde bien temprano este sábado con unos buenos mates y la cara bien lavada!

Por Mariano Lemoine, desde Mendoza, especial para Tercer Tiempo

Opinión

88 Comments

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  2. iphone não desliga reinicia

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