El número uno

Muy atento el Comité, sigue con las modificaciones reglamentarias. Estoy señalando a esa oficina de la International Rugby Board, cuya responsabilidad y honestidad pongo a resguardo sin ningún tipo de dudas.

Es así como todas, las modificaciones, miran hacia el mejoramiento del juego. Lo sostengo, y lo reitero: “MEJORAMIENTO DEL JUEGO”. Y lo expreso con énfasis porque se puede asegurar sin dobleces que no lo hace para favorecer a tal o cual nación, ni menos a uno u otro estilo determinado de juego. En suma, y simplificando, el reglamento del juego de rugby sigue favoreciendo a los equipos que no se equivocan en la destreza técnica, individual o de conjunto, y también, leyendo entrelíneas se puede comprobar, para proteger al que comete el error. Aviso clasificado: Paranoicos Abstenerse.

Ahora, instalado frente al aparatejo, compruebo, por ejemplo, la última modificación en la conexión de las primeras líneas en el scrum. Comprobé que tras distintas, y breves órdenes, el árbitro decide ese paso. Para ello, antes, los hombres de ese sector de cada equipo, previo a la conexión, deben estar bien asidos entre sí y lo que es realmente fundamental, los pilares antagónicos deben poner sus brazos donde desde hace mucho lo indicaba el reglamento, pero que los actores se encargaron de no cumplir, siempre en la búsqueda de esa ventaja aviesa, la que tanto perjudica a la citada formación, y al juego. El pilar izquierdo (Camiseta N° 1), que con su hombro izquierdo no tiene contacto con el derecho de su adversario, jugador que sí apoya los dos hombros, debe asirse de su adversario con el brazo izquierdo extendiéndolo de tal manera que no provoque el peligroso colapso. Su brazo derecho rodea el tórax de su hooker. El brazo derecho del pilar adversario debe ir por arriba y asirse al tórax del izquierdo del denfrente. De tal manera, se ha logrado por fin, mantener nivelados los hombros de los integrantes de las dos primeras líneas, ya que han quedado ambas paralelas al suelo. Ah, la conexión debe realizarse sin embestirse. Hay algunas cosas más como la altura, la cadera un poquito más abaja del nivel de los hombros, pero siempre contando con la buena conducta de los jugadores. Sí, la de los 6 que he citado, pero también la de los 30. La de todos.

Roberto Grau, mendocino del Liceo RC, el mejor brazo izquierdo argentino, pilar de la Selección Argentina de Rugby en el Mundial del ’99 en Gales y 2003 en Australia, tendrá hoy seguramente mucha alegría.

Por Jorge Mazzieri, desde Córdoba, especial para Tercer Tiempo 

Opinión

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