Termina un año sumamente intenso, con un calendario de competencias verdaderamente cargado. Es que el deporte avanza y sin entender de amateurismo o profesionalismo, exige una dedicación casi full time tanto para quienes perciben una remuneración económica como para los que no, como sucede en el Litoral.
La temporada que se va finaliza con gusto a poco en el rugby de Entre Ríos. La realidad refleja que los seleccionados de la Unión Entrerriana de Rugby (UER) no alcanzaron los resultados esperados, más allá de lo significativo que fue haber mantenido los procesos técnicos y deportivos.
Los representantes provinciales en el Torneo Regional del Litoral (TRL) tampoco tuvieron su mejor año.
Asimismo, en un 2019 en el que la entidad que rige al deporte en la provincia renovó sus autoridades y puso en funciones a Nelson Di Palma, el decimotercer presidente en la historia de la institución, dejó un balance positivo en su competencia doméstica de caballeros. Las damas, sin embargo, volvieron a carecer de una organización acertada desde la UER y sufrieron la falta de competencia durante casi todo el segundo semestre.
EL DEBE Y EL HABER
Entre los aspectos positivos que dejó la temporada, bien vale comenzar por resaltar que dos jugadores surgidos en el rugby entrerriano como el paranaense Javier Ortega Desio y el concordiense Marcos Kremer estuvieron en la meca del rugby mundial representando al país con Los Pumas en la novena Copa del Mundo desarrollada en Japón y junto a Jaguares, en el Súper Rugby, donde alcanzaron el subcampeonato.
Por su parte, el hooker nacido rugbísticamente en el Club Atlético Estudiantes, Ramiro Gurovich, disputó con Los Pumitas el World Rugby U20 Championship que tuvo lugar en junio en Rosario y Santa Fe. En el proceso de integración también estuvo su compañero de equipo Tomás Bertot, quien se perfila de buena manera rumbo a la cita ecuménica de la categoría: Italia 2020.
Mientras que Juan Mernes, también del CAE, se consagró campeón sudamericano en Asunción con el seleccionado nacional de Menores de 18 años.
Un acierto de la conducción entrerriana, fue la renovada propuesta del Torneo Provincial del Desarrollo, que le brindó una equilibrada competencia a todos los protagonistas durante la mayor parte del calendario. Espinillos de Concordia fue el bicampeón, dando cuenta de su notable crecimiento deportivo e institucional, con la inauguración de una nueva cancha, llevada a cabo días atrás.
El TRL, la cita máxima de la región a nivel clubes, volvió a dejar un saldo mayormente favorable para los rosarinos respecto al resto.
Rowing finalizó octavo y fue el mejor de los entrerrianos, alcanzando su objetivo de mínima que era mantenerse en la elite. Y Estudiantes tuvo un balance irregular, luchando prácticamente hasta el epílogo del certamen por conservar su plaza en lo más alto. Algo que, finalmente consiguió. Para Tilcara en el segundo nivel y para Capibá en el tercero, pareció ser un año de transición. Ninguno de los dos sobresalió, aunque le pudieron dar mayor rodaje a jugadores jóvenes que a futuro serán la base de sus planteles superiores.
A pesar de los resultados cosechados, uno de cerró un año positivo fue el Club Universitario de Concepción del Uruguay, que celebró casi como un título su merecido retorno al interuniones litoraleño después de 15 temporadas.
Entre las damas, la villaguayense Antonella Reding, que se desempeña para el Atlético Echagüe Club, volvió a prevalecer marcando nuevos hitos en su carrera, que ahora trasladará hacia el rugby cordobés. La jugadora surgida en Parque de Villaguay disputó los Juegos Mundiales Universitarios a mediados de año en Nápoles y días atrás, volvió a vestir la casaca del seleccionado nacional en el Desafío Beach Rugby Ipanema 2019, en Río de Janeiro, donde se coronó campeona con el conjunto nacional.
En cuanto a los seleccionados provinciales refiere, los marcadores registrados en los diferentes certámenes que disputaron, distaron de la propuesta trazada en el inicio de cada uno de ellos.
Los juveniles alcanzaron las semifinales de la Zona Ascenso en el Campeonato Argentino de Menores 18 años concluido en abril. Mientras que en el mismo certamen pero del Desarrollo, el elenco provincial ocupó el sexto puesto.
Los Mayores fueron quintos entre los seis participantes del Hexagonal de Selecciones y las mujeres estuvieron lejos de los principales lugares tanto en el Circuito de Selecciones como en el Seven de la República, en el que retrocedieron un puesto en relación al 2018. Lo mismo sucedió con los caballeros, que ocuparon el decimocuarto lugar en la cita disputada en El Plumazo y La Tortuguita, quedando al borde del cruce por la permanencia en la Zona Campeonato.
LOS SEVENS
El Seven de la República fue nuevamente un éxito que debutó este año con su programación desdoblada en dos fines de semana, con las mujeres por un lado y los varones por el otro. Y la valoración de la Unión Argentina de Rugby sobre la organización logística de la UER, fue otra vez óptima.
El decimotercer Seven del Plumazo mantuvo su estatus de ser el más concurrido del país, al colmar el anexo albinegro que lleva su nombre.
Por otro lado, la realización después de varias temporadas del Seven Provincial Entrerriano, que esta vez se dio en Gualeguay, fue otro gran punto a favor de la difusión del deporte.
Para concluir, en cuanto a estadísticas refiere, el 2019 fue levemente superior al año que pasó en cantidad de fichados en la Unión Entrerriana, un aspecto que resulta siempre positivo para trabajar sobre lo que viene y visualizar un futuro alentador, desde la base de la pirámide -es decir el rugby infantil- hasta los estamentos superiores.
(Fotos: Gustavo Almeira / Gaspa Fotos / UAR / Jano Colcerniani)
