Otro potencial

La riqueza rugbística de un país se expresa con el potencial que atesora. Hoy en Vélez Sarsfield, un país rico venció a un país humilde. Inglaterra superó a la Argentina por 51 a 26. Se cumplió con el protocolo del test match: estuvieron frente a frente las dos máximas representaciones del rugby de cada país.

Además la formalidad de test se cumplió al ser dirigido por un árbitro de un tercer país. Se trató de Nigel Owens (Gales).

Pero se trató de un engaño. Inglaterra cumplimentó el compromiso de su gira por la Argentina con un equipo  en el que convivieron jugadores de segundo y de tercer orden en la cadena cualitativa de ese país. Buena parte de los mejores jugadores integran en este momento el Seleccionado Británico que está cumpliendo con su gira por el hemisferio sur. El resto de los mejores están licenciados. En síntesis, Inglaterra cuenta con un poco más de 100 jugadores que  pueden etiquetar como de alto rendimiento.

El potencial de la Argentina cuenta con no más de 20 jugadores que se aproximan a esa categoría. Habrá una cantidad parecida que transita la segunda franja con la que, en la suma, no llega a 50 hombres, cantidad exigua para caminar por la franja de la máxima competencia a la que está decidida, y comprometida, a participar la organización rugbística Argentina. Además hoy no hubo en cancha más de cinco jugadores argentinos que cumplan con esa categoría.

En la parte final del calendario 2013, el equipo representativo de la UAR, deberá cumplir con la segunda edición del Cuatro Naciones, torneo en el que además intervienen Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica.  Si bien es cierto que se ha avanzado con respecto a los años ’90, todavía es mucho lo que falta. El potencial del rugby argentino es pobre. Lejos está del de las cinco naciones que marca el rumbo internacional en ese sentido: Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica, Inglaterra y Francia.

Por Jorge Mazzieri, desde Córdoba, especial para Tercer Tiempo

Opinión

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