La interna, palpitando la Asamblea

Si bien que se quiere dibujar un escenario distinto, es evidente que quienes en su momento fueron aliados permanentes de la dupla Rissler – Sanz, que tanto mal le causara el rugby argentino, siguen operando con fuerza en distintos escenarios del país, que no por casualidad vuelven a ser los mismos de aquellos años para el olvido del rugby argentino.

Con los ejes de Salta, Córdoba, Mendoza y Mar del Plata, dejando al resto de las Uniones provinciales, surgió aquella conducción encabezada por un rosarino que represento a Buenos Aires y sembró de escollos el accionar del rugby argentino, que hasta tuvieron una “huelga” de jugadores en aquellos momentos.

Con Martínez Etayo y Pasarell, siempre aliados de aquella dupla, más los deseos desmesurados de Ambroggio por llegar a la Presidencia de la UAR; y una interna feroz en Mendoza que aún no digiere la traición de hace unos años y continúa en una lucha desgastante, se pretende condicionar la conducción del tucumano Carlos Cacho Castillo, en donde el mendocino Alejandro Petra, radicado desde hace muchos años en Tucumán y con fuertes vínculos comerciales con Sanz, también quiere poner piedras en el camino, para reflotar su intereses sectoriales.

Ahora Mendoza quiere imponer a toda costa a Federico Mendez en el consejo y hasta algunos tratan de traidor a Guillermo Quevedo, Presidente de la Unión sanjuanina por aceptar ir de vicepresidente 1º en la lista del actual Presidente.

Pocos recuerdan que todo esto comenzó cuando se conoció una nota de Clement (Unión Santafesina), actual integrante del Consejo Directivo de la UAR, que hizo tambalear la estantería, ya que “Rocky” no se calló nada y pocos pudieron contestar sus dichos.

La cuestión es que según dice una publicación mendocina, la Unión de Cuyo enviará una carta a Castillo expresándole que tiene que respetar el lugar de Mendoza en el Consejo de la UAR y aceptar a su representante, Federico Méndez.

Esto es novedad, porque si bien puede haber un compromiso no escrito, no es verdad que la Unión de Cuyo tenga un lugar permanente en la UAR, como tampoco es verdad que lo tengan otra Uniones. Con irse atrás en la historia se verá que esto nunca fue así, sino estaríamos ante el mismo escenario propuesto por Buenos Aires cuando fue mayoría o simplemente cuando Cuyo, unida a Mar del Plata y Salta, separado del resto de las Uniones provinciales, apoyó a la URBA (Rissler- Sanz) para seguir siendo gobierno en la UAR.

Los cuyanos dicen tener al apoyo de muchas Uniones. Se menciona a Misiones, Formosa, Catamarca, Mar del Plata, San Luis, UROBA, Sur, Alto Valle, Chubut, Austral, Catamarca, Córdoba, Lagos (¿?) y hasta se podrían sumar Rosario (casi imposible por la posición histórica de la URR) y Salta.

La nota dice que los Presidente de la Unión Santafesina (Bennet), Entrerriana (Ascúa) y Noreste (Galassi, ahora es Pineyro), serían los máximos apoyos de Castillo y que se habrían reunido con el.

También dice que Passarell y Martínez Etayo, fueron artífices en el 2009 de la llegada de Castillo a la presidencia, lo que no es cierto. Si bien apoyaron en la conformación de la lista que ungió a Castillo, fueron “socios” al solo efecto de derrotar a Buenos Aires. Mucho más hicieron Tucumán, Córdoba, Rosario y la propia Mendoza para situar a un representante provinciano por primera vez en la Presidencia de la UAR. 

Las cosas como son, sin olvidar al pasado mirando al futuro.

Hoy se conocerán la o las listas para la próxima asamblea del 26. Esperemos que prive la cordura.

Tercer Tiempo

Opinión

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