Integración

¿Es posible pensar en integrar las dos costas? Sí, yo creo que sí…

No sólo tendría que ser, en el sentido metafórico,  por medio de un puente si se tratara de un río, barranca, quebrada, desfiladero, o, también, el paso a nivel si el referente separador fuera la vía del tren. Porque, en este caso particular, la causa de la separación ha sido provocada por los hombres al no logar los acuerdos que en ese momento se necesitaban para continuar juntos la marcha, haciéndolo entonces sin esos accidentes separadores. Me refiero a lo que sucedió en la provincia de Córdoba, donde un sector de la Unión Cordobesa de Rugby, en el 2011, luego de no poder conciliar con las autoridades de esta última, temas como la proporcionalidad en el reparto de lugares en la mesa en la que se tomaban las decisiones, decidió apartarse de la UCR para formar la Federación de Rugby Integradora de Córdoba (FRIC).

Ahora se ha sabido que a fines de la temporada pasada (2012) y también durante el receso que le siguió, hubo algunos clubes de la UCR que por medio de representantes (no oficiales), tendieron discretas líneas para hacer contactos con directivos de la FRIC como así también con referentes de las entidades más representativas de esa Federación. El motivo central es tratar de acercar las partes ya que ha trascendido que ninguna de las dos entidades se opondría a una mesa de conversación. Estos clubes de la UCR, y que se los puede señalar como tradicionales, tienen la particularidad de la casi luna representación en el actual Consejo Directivo. Es por todo esto el interrogante principal de esta nota y que se transcribe en las primeras líneas.

Por todo, digo y aseguro que sí, que la reintegración será posible si se esgrime de ambos lados, por sobre todo “accidente” separador, el elemento fundamental que será la disposición para hacerlo. Sólo la voluntad de caminar en ese sentido, podrá arrimar las partes. Estoy pensando -anhelando- que esa voluntad de integración realmente pueda convencer a los opositores sectoriales que existen en cada uno de los grupos ya que seguramente, en ambos “bandos”, viven quienes razonen en la necesidad de que eso suceda y es porque saben que la integración es sinónimo de enriquecimiento: deportivo e institucional. La inteligencia y la racionalidad tendrán entonces que marcar el camino y también los tiempos. En ambos grupos, lo sé, el común denominador es coincidente en el porqué y el para qué. A ambos los separa el cómo. Amor por el rugby y humildad será el pegamento ideal y necesario.  Y esto se concretaría si las condiciones que expongan ambos sectores en las conversaciones de cada contacto,  no rebasen los niveles lógicos de la convivencia. Se entiende que ninguno intentará someter al otro. Si el, o los encuentros se concretan, se verá la capacidad negociadora de los convocantes.

A todo esto, en lo deportivo, ambas instituciones ya comenzaron con su calendario 2013. Pero también es cierto que a la UCR, al final de este ejercicio le corresponde cumplir con el turno estatutario del cambio de buena parte de la mesa directiva. Para que esto suceda, entonces, falta menos de un almanaque. Confieso que soy optimista. 

Por Jorge Mazzieri, desde Córdoba, para Tercer Tiempo 

Opinión

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