Físico, mental y técnico

Lejos estoy de formular alguna adivinación del resultado del sábado en el partido, que por la primera fecha del Cuatro Naciones, disputarán Sudáfrica y Argentina. Nunca lo hice. Pero es seguro -lo dicho- que será una disputa. Jorge Mazzieri.

Lejos estará el acuerdo, o el pacto sobre nada de lo que suceda, ni entre cada hombre en pugna ni entre los equipos en su conjunto.

De acuerdo a las estadísticas, seguramente se disputarán entre diez y doce scrum. Éstos, en muy pocas oportunidades gozarán de la orden “de nuevo” del árbitro. Es porque si se cae seguramente hubo un culpable. Penal, y “que siga el baile”. En los lines, formación que apenas superará los quince, sucederá otro tanto. Habrá que ver cuál es el grado de preparación de las escuadras para poder aprovechar, si se dan, lo lines en pleno ataque, en zona de definición. Con los scrum, en esa parte de la cancha, sucederá lo mismo, supongo. Es de libro que estas dos formaciones, son la que ofrecen la mayor posibilidad de la obtención de calidad, que es la que se necesita para articular cualquier movimiento que ponga a la escuadra adelante de la ventaja. Y es porque los forwards están agrupados en un punto, quedando así toda la pradera sólo ocupada por los backs. Pero no será tan fácil. Porque, por afuera,  la fortaleza física primero, será la que consiga la ventaja en la posición cuando se produzca el contacto. Los verdes sudafricanos a ese contacto lo transformarán en impacto. Entonces necesariamente la defensa azul y blanca deberá reforzarse. Ese será el primer paso de la superioridad numérica en los metros siguientes. Relevo, relevo, relevo. Y ahí viene lo mental: “no perderé la posesión”. Del otro lado: “si no la recuperamos pronto, estamos en el horno”
Porque, por ejemplo, en el tenis la posesión, reglamentariamente, corresponde en un 50 por ciento para cada uno. En el rugby no. Primero esas dos formaciones que he citado, y es porque son sin dudas referenciales. Luego, en el juego desplegado siempre estará presente la ocupación del espacio que tiene delante suyo el que porta la pelota y que se trata del mismo terreno que tiene a su desposición el que defiende. El espacio en litigio entonces será del que lleve mejor la iniciativa. ¿Parece fácil? Todos saben que no lo es. Porque en el contacto, seguramente, la disputa pasará al suelo. ¿Cuántos hombres se involucran en esa formación? Sólo cuando no va al suelo y la cuestión es un maul, se tendrá que conseguir la paridad de fuerzas para que no prospere esa formación. Para ello es seguro que se tendrán que poner la cantidad de hombres que hagan falta. Mucho más preocupados estarán los del equipo que no tiene la pelota. Ah, y tiene que ver con todo: cada técnico seguramente pondrá en cancha, por lo menos, a los dos mejores pateadores del plantel. Esto también es de libro.
Todo lo que estoy diciendo, salvo la fuerza física del impacto, tendrá que estar sustentando plenamente por el fino y eficiente manejo de la técnica. Entonces lo del sábado será, sobradamente, una expresión del rugby de elite. Entiendo que saldrá un buen partido. ¿La seguimos el domingo?

Opinión