El Rugby, siempre sinónimo de valores

 

Estamos atentos a qué pasará en la UAR, a qué pasará con Los Pampas, con Los Pumas,…….., pero también tenemos que estar muy atentos a defender y resaltar lo que siempre hizo y hará distinto al rugby: sus VALORES!

 

El interés general sobre el particular o sectorial. Si bien uno quiere a su club o pretende ver jugadores de su club en algún seleccionado, o entrenadores o dirigentes, en fin, gente de su club, representándolo en distintos ámbitos, primero, siempre primero, va a estar el bien común, por y para el rugby. La política es inherente al ser humano, es un medio para, y también por su puesto, está presente en el rugby. La cuestión, como en casi todo uso de una herramienta o un medio, está, justamente, en el uso que de ella hagamos para conseguir un cierto fin u objetivo, que insisto, en este caso siempre debe ser, el del rugby, en toda su magnífica dimensión.

Nos gusta usar o florearnos con frases que engalanan y enaltecen al rugby, tales como: hombres de rugby, hombría de bien, caballerosidad, tercer tiempo, el respeto al árbitro, alojar o recibir en nuestras casas a otro rugbier que viene de otra provincia o tal vez país,…., todas características que, sin dudas, lo hacen distinto. 

Hoy el rugby se encuentra con un contexto tal vez, desfavorable, que puede hacerlo titubear. En realidad es, o debería ser, cuando más lustre, con palabra y sobre todo ejemplo, le debiéramos sacar a aquella chapa, que tanto nos gusta sacar a relucir, identificándonos como gente de rugby, de principios, de valores, de educación.

Un chico que crece junto al rugby, que en su club encuentra un verdadero complemento de su educación, no es que no tenga precio, para el que lo vivió y lo entendió, ni se lo plantea, solo agradece y busca cómo devolver tanto recibido, por su puesto acomodándose a sus obligaciones fliares/personales/laborales. 

La estructura amateur ha dado y ojalá siga dando y dejando mucha gente buena, esforzada, dedicada, humilde y ejemplar. Esa gente existe, lamentablemente, mucha, resignada o desilusionada y sin encontrar respuestas o ya cansada por el paso del tiempo y de tantas batallas, tal vez ya esté distanciada del club al que tanto le dió y por su puesto también recibió.

Tal vez haya, algún día, que ir a tocarles la puerta, ir a pedirles que vuelvan, ir a agradecerles tanto tiempo dedicado.

Tal vez, ir a decirles perdón, tenías razón!

Tanto legado no escrito, al parecer no considerado o pasado de moda, pero latente y vivo, en más de un corazón rugbier, que entendió, aprobó y agradeció la lección.

Mariano Lemoine, desde Mendoza, especial para Tercer Tiempo.

 

Opinión

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