Como ex compañero en los seleccionados de los 80′ (y a partir de allí amigo) de este gran jugador y sobre todo gran tipo, me gustaria recordarlo y homenajearlo públicamente, ya que lamentablemente, me enteré tardíamente de su deceso y no tuve oportunidad de despedirlo en su funeral.   

 

Carlos era ciertamente una gran persona. Serio, y callado, transmitiá virtudes mas por su accionar que por su discurso, enseñando con su ejemplo a quienes eramos mas jóvenes toda la entereza, valentía y actitud  con la que debian afrontarse los compromisos deportivos que nos tocaba en suerte asumir en aquellos años en los que la UER compitió entre los mejores seleccionados del rugby argentino, con singular éxito

De a poco se fue ganando un espacio dentro del equipo hasta convertirse en un jugador insustituible y referente de todo aquel grupo, al que honro con su presencia.

Fue un jugador tremendo. Duro, valiente y con una tecnica única en el scrum, realmente nos complacía contar con él y disfrutamos de sus dotes, padeciendolo en cambio, sus rivales de turno, aunque siempre con  respeto y la caballerosidad que era una de sus improntas salientes y su legado más preciado.

Como gran persona, jugador y dirigente que fue hasta último momento, lo recordaremos siempre con alegría, cariño y respeto. 

¡¡¡Gracias Carlitos y hasta pronto!!!

Por Marcelo Faggi (ex compañero en el Seleccionado de la Unión Entrerriana de Rugby)