Los Pumas dieron todo lo que tenían para vencer a los All Blacks, pero los campeones del mundo demostraron que ese todo es insuficiente para vencerlos. Aprovechando los pocos yerros locales y con un rato de furia, les bastó a los de Hansen para llevarse el triunfo por 31 a 15 (5-0). Argentina tuvo muchos puntos altos y cierra el sábado en Rosario frente a Australia. Federico Romagnoli, desde La Plata

«That´s it”. Eso es todo. Esa fue la frase que pronunció uno de los cronistas de la televisión Nueva Zelanda, un instante después de que el try de Ben Smith acabara con lo que se daba. Hasta entonces habían transcurrido 55 minutos y 26 segundos de un partido parejo, tal como lo reflejaba el tanteador parcial que tenía a los argentinos a tiro de try. Desde el momento en que el wing dejó a Hernández mirándole el número el duelo dejó de ser tal, para convertirse en monólogo.

Los Pumas no se guardaron nada. Pero todo lo que hoy tiene el rugby argentino es insuficiente para conseguir la hazaña máxima: vencer al campeón del mundo por primera vez.

Los All Blacks están absolutamente en otra dimensión. Por algo no pierden desde 2011. Demuestran los motivos de sus logros en la cancha. Se equivocan muy poco. Uno de los méritos de los locales hoy fue que lo hicieran más de lo habitual. Lo que no cambió fue la crueldad de los de negro. Se saben los más fuertes de todos. A los errores de los más débiles se los subrayan con puntos. Siempre, sin excepción alguna.

Error uno

El error cero es el marxismo del rugby, una teoría devenida en ideal utópico. Aplicada en la práctica presenta las modificaciones a las que lo condiciona la realidad.

Cada vez que a Los Pumas les toca enfrentar a un adversario sabidamente superior enarbolan el estandarte del error cero. Dicen que para salir vencedores en un partido del Rugby Championship no deben equivocarse nunca durante ochenta minutos. Esta tarea es imposible para cualquier ser humano. No para los All Blacks que son de otro lado del universo y ahí también son los mejores.

Durante 25 minutos el equipo de Tati Phelan se equivocó muy poco. Casi nada. El scrum iba hacia adelante. El line tenía como repercusión de la vuelta de Albacete una aceitada dinámica que dio durante un buen rato pelotas en calidad y cantidad.

En el aspecto en que más mejoraron los argentinos fue en las formaciones espontáneas. Aprovechando que Nueva Zelanda elige que pelotas disputar en el piso, los locales le dieron buen ritmo al juego. La defensa kiwi no permitió ilusionarse con concretar algún try, más allá del interminable optimismo de Imhoff.

Todos los puntos de nuestros connacionales surgieron de envíos a los palos. Las infracciones previas a esos penales las forzó el ataque, y eso también constituye todo un mérito.

El cuarto de hora argentino comenzó a pasar cuando Savea se quedó con una pelota suelta en mitad de cancha y corrió sin demasiada oposición hasta el ingoal. La teoría del error cero tiene su correlato. En el primero se empieza a construir la derrota.

El comienzo del fin

El arranque de la segunda parte fue alentador. Al minuto el scrum forzó un nuevo penal. Bosch convirtió desde la mitad del campo de juego. Ese 12 a 11 fue la última vez que los argentinos estuvieron adelante en el marcador.

Segundos después de la salida posterior al acierto de Bosch, el árbitro le cobró una infracción finita a Figallo cuando intentaba pescar en el ruck. Aprovechó el errático Cruden y los oceánicos tomaron un liderazgo en las chapas, algo que no devolvieron jamás ni por asomo.

Al rato llegó el try de Sam Cane, un ala omnipresente. En esta ocasión fue puro mérito de los que atacaban. La defensa aguantó estoica y heroica un par de embestidas cerca del ingoal, pero se quebró en un movimiento ofensivo bárbaro. Fue la metáfora de lo que se avecinaba.

Los Pumas visitaron una vez más las 22 ajenas. Se fueron rápido tras un penal zonzo de Matera. Nunca más anduvieron por la zona de riesgo de los mejores.

Seguida a esa maniobra, Nonu cambió comerse un tackle tremendo por generar un hueco ideal para alguno de los Smith. El que lo aprovechó fue Ben. Esa historia ya se la contamos. Le pisó al último hombre, pasó de 0 a 100 en céntesimas de segundo y liquidó el asunto.

Desde el momento en que el partido dejó de ser tal, a Los Pumas todo le salió mal. El scrum dejó de ir para adelante y el line perdió la efectividad. Sin pelotas de calidad para atacar el equipo argentino vio limitadas su chances de atacar a la búsqueda de un try imposible o una individualidad heroica.

Con ese panorama, para lo único que quedó tiempo fue para un par de buenas defensas ante los intentos de conseguir el punto bonus, que recién llegó en la maniobra que cerró las acciones.

Los Pumas ansiaron durante años competir contra los mejores. Los All Blacks sin duda lo son.

SINTESIS

Argentina: 1- Marcos Ayerza, 2- Eusebio Guiñazú, 3- Juan Figallo; 4- Julio Farías Cabello, 5- Patricio Albacete; 6- Juan Martín Fernández Lobbe (c), 7- Pablo Matera, 8- Juan Manuel Leguizamón; 9- Martín Landajo, 10- Nicolás Sánchez; 11- Juan Imhoff, 12- Santiago Fernández, 13- Marcelo Bosch, 14- Lucas González Amorosino; 15- Juan Martín Hernández. Ingresaron: 58’, Manuel Carizza por Julio Farías Cabello; 60’, Felipe Contepomi por Santiago Fernández y Horacio Agulla por Lucas González Amorosino; 64’, Agustín Creevy por Eusebio Guiñazú y Juan Pablo Orlandi por Juan Figallo; 69’, Nahuel Lobo por Marcos Ayerza; 71’, Benjamín Macome por Juan Manuel Leguizamón. Suplentes: 21- Tomás Cubelli. Entrenador: Santiago Phelan.

Nueva Zelanda: 1- Tony Woodcock, 2- Andrew Hore, 3- Owen Franks; 4- Brodie Retallick, 5- Sam Whitelock; 6- Liam Messam, 7- Sam Cane, 8- Kieran Read (C); 9- Aaron Smith, 10- Aaron Cruden; 11- Julian Savea, 12- Ma’a Nonu, 13- Conrad Smith, 14- Ben Smith; 15- Israel Dagg. Ingresaron: 40’, Charlie Faumuina por Owen Franks; 52’, Keven Mealamu por Andrew Hore; 60’, Steven Luatua por Liam Messam; 67’,Tawera Kerr-Barlow por Aaron Smith; 69’, Wyatt Crockett por Tony Woodcock y Charles Piutau por Ma’a Nonu; 72’, Beauden Barrett por Aaron Cruden;74’, Jeremy Thrush por Brodie Retallick. Entrenador: Steve Hansen.

Primer Tiempo: 8’, penal de Nicolás Sánchez (A); 13’, penal de Aaron Cruden (NZ); 15’, penal de Nicolás Sánchez (A); 22’, try de Julian Savea (NZ); 27’, penal de Aaron Cruden (NZ); 30’, penal de Nicolás Sánchez (A). Resultado Parcial: Argentina 9 – Nueva Zelanda 11. Segundo Tiempo: 3’, penal de Marcelo Bosch (A); 5’, penal de Aaron Cruden (NZ); 12’, try de Sam Cane (NZ); 15’, try de Ben Smith, convertido por Aaron Cruden (NZ); 24’, penal de Nicolás Sánchez (A); 39’, try de Ben Smith, convertido por Beauden Barret (NZ). Resultado Final: Argentina 15 – Nueva Zelanda 33. Estadio: Ciudad de La Plata. Referee: Jaco Peyper (Sudáfrica). Árbitros Asistentes: Nigel Owens (Gales) y Leighton Hodges (Gales). TMO: Deon van Blommestein (Sudáfrica)