Obras son amores: ¿Será la UER que se viene?

Uno de los objetivos cumplidos en la gestión de José Carlos Cuestas que transcurrió al frente de la Unión Entrerriana de Rugby y de la historia de la entidad, fue la adquisición de una casa propia que funcione como sede institucional.

En este caso, la vivienda adquirida a fines de 2017 sobre calle Artigas 437 comenzó a ser refaccionada y mejorada, para alcanzar espacios más cómodos y modernos en vistas a la demanda de los distintos proyectos deportivos que se avecinan.

En consecuencia el Estudio A2, dirigido por las arquitectas Ximena Cuestas y Sofía Cartasso, presentó un proyecto Ad Honoren que fue aprobado por el Consejo Directivo saliente y en base a ello, fueron planteadas las primeras obras.

Las tareas transcurrieron en diferentes etapas. El trabajo inicial tuvo que ver con refacciones en los techos por problemas de humedad. «Levantamos las membranas viejas, reparamos la loza y colocamos nuevas membranas con sistemas actuales. El asunto de la humedad quedó resuelto», declaró Cuestas en declaraciones a Tercer Tiempo.

Por otra parte, se llevó a cabo el cambio del tanque de agua y las tuberías, por cañerías de termofusión. Además, se realizó la conexión de la casa a la red cloacal, una obra clave.

Mientras que por último, se acondicionó el garage para que pueda ser utilizado como sala de conferencias. «La idea de la CD era usar este espacio para realizar video-conferencias y demás, por lo que tuvimos que acondicionarlo con instalación eléctrica, nueva puerta de ingreso y aberturas», explicó la profesional, quien añadió que en el proyecto original, incluso está contemplada la construcción de ‘dormis’, un salón de usos múltiples, entre otras ideas.

Ahora, la decisión de continuar con la provechosa transformación de una vivienda a una sede institucional está en manos de la actual Comisión Directiva.

Entre Ríos