José García: «La cabeza del jugador amateur argentino es profesional»

De paso por su Paraná natal en un período de receso en el rugby español, el jugador surgido en el Club Atlético Estudiantes, José García, dio cuenta de sus sensaciones sobre el presente que atraviesa.

“Cuando a uno le toca estar en otro rugby, ve que en nuestro país hay una profesionalización a nivel clubes en cuanto a la dedicación. No se ve en materia económica, porque no hay una retribución y tampoco hay un descanso necesario. Pero la cabeza del jugador amateur argentino es profesional. Si no se entrena, hay que dejar porque te lesionas y de a poco te vas alejando del primer nivel. Otros países, si no hay dinero de por medio no juegan o no se entrenan. Lo ven como un trabajo y eso tiene cosas positivas y negativas”, contó.

“En total en Independiente hay como 18 jugadores de la Argentina. Y en el otro equipo están también Hipólito Pérez, Luciano Martínez y Juan Diego Zabalegui”, repasó. “Ahora hay más oportunidades como para competir y para desarrollarte. Ya los entrenamientos son diferentes. Eso está bueno para los jugadores de nuestra zona porque después podés tener desafíos afuera de nuestro país o estar en algún seleccionado nacional”, afirmó en diálogo con Tiempo de Radio, que se emite por la 97.1 La Red Paraná.

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EL NIVEL

A la hora de hablar sobre el nivel que existe en el rugby español, García dejó en claro que “es muy duro”. “Hay una mezcla de jugadores de todo el mundo. Hay chicos de Argentina, como así también de Nueva Zelanda, Samoa, Fiji, Sudáfrica, entre otros países. Quizás no sea con un ritmo importante, pero en la situación de contacto se siente mucho. Es todo muy físico. Entrenamos mucho. Como jugador, quizás no lo hago al cien por cien, pero tengo una carga mayor que cualquier otro por mis labores como entrenador. Abarco muchas cosas porque también estoy a cargo de la escuelita de rugby del club. Cuesta a veces cumplir con todo, pero es un interesante desafío”, agregó.

Estas responsabilidades insume gran parte del día a día del paranaense en Santander, pero sabe que de eso se trata cuando alguna vez le preguntaron si le gustaría vivir del rugby.

“Está bueno poder dedicarte a esto. Hay que trabajar, entrenar y la diferencia con Argentina está en el descanso. Más allá de la remuneración económica, está bueno entregarte de lleno al rugby, entrenar o preparar un partido con el análisis de un video. Me llegó muy tarde todo esto (tiene 36 años), porque se pasa el tren, pero trato de disfrutarlo al máximo”, sostuvo.

“Creo que irse a jugar afuera es muy enriquecedor. Te sacan de tu lugar de comodidad y vas a un desafío nuevo. Creces como persona, porque todo lo que hagas tenés que tener cuidado en cómo lo haces. Cuando me fui era uno más y tenés que demostrar y no hablar. Hoy ocupo otro lugar y me sigue gustando trabajar para construir otras cosas”, agregó.

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