Durante la segunda jornada del mejor seven de Sudamérica, el de la República, el calor no aflojó, por el contrario, fue tan agobiante como el primer día, pero no por ello iba a dejar vivir una intensa actividad cargada de emotividad para todos los representativos del país y países limítrofes.

El 34° Seven de la República y el II Seven Femenino se cargaron un total de 100 juegos (56 el primer día y otros 44 en el cierre), los cuales se desenvolvieron bien cronometrados y sin ningún tipo de inconveniente en los anexos El Plumazo y La Tortuguita de los clubes Estudiantes y Rowing respectivamente.

El público acompañó más durante el cierre y la barranca frente a las piletas fue la tribuna natural que vistió la edición 2017 en la cual no se hizo caso omiso al sol para seguir de cerca lo que acontecía en las finales.

El clásico de juego reducido que tiene a la Unión Entrerriana de Rugby como organizadora junto a la fiscalización de la Unión Argentina de Rugby tuvo los ganadores de cada una de las copas y coronó a cada uno de ellos con la entrega de premios, despidiéndolos a todos los participantes hasta la próxima edición.

Seguirán los festejos porque el desafío se cumplió y con creces. Vendrá el balance y en seguida no más ponerse en campaña nuevamente para el año que viene, con toda la expectativa de que, por lo menos, será igual o mejor que el que acaba de pasar, porque como lo dijo Carlos Araujo, presidente de la UAR, cuándo se lo preguntan, el Seven de la República no se mueve de Paraná.

(Foto: Jano Colcerniani)