El mejor regalo para el día del padre

Compartir la cancha con un hijo, debe ser una de las mayores satisfacciones que tiene el deporte y por el espíritu especial que ostenta el rugby, probablemente esa alegría sea aún superior.

A lo largo de la historia en Entre Ríos ha habido distintos casos de padres que vieron acción oficialmente con sus primogénitos. Entre otros casos, en los últimos años se encontraron en el Plantel Superior del Club Tilcara, Eduardo Squilaci con sus hijos Renzo y Gastón; Dardo con Federico Chaves. En el Paraná Rowing Club, Juan Carlos Lerena se dio el gusto de compartir pasajes únicos junto a sus hijos Lucas e Ignacio. En el Club Atlético Estudiantes, un referente como Juan Antonio Rosas Paz se entrenó, aún retirado, para volver a ficharse y llegar a jugar con Juan Segundo. Asimismo en Viale, Luis y Mariano Comas fue la dupla padre-hijo que prevaleció en Camatí.

Este sábado en tanto, el Verde sumó en su visita a Provincial, un nuevo registro de ese loable manifiesto de vigencia y proyección, entre padre e hijo dentro del campo en Primera División.

Pese a la caída de Tilcara en tierras rosarinas, la jornada quedará marcada a fuego para el hooker Gabriel Marchetta, quien con 45 años durante el complemento del juego se dio el gusto a compartir cancha junto a su hijo Facundo, de 19.

Todavía juvenil, Facu ingresó para darle a su papá, el mejor regalo en su día, de manera anticipada. El wing buscará seguir por esta senda en una incipiente carrera.

EN SANTIAGO DEL ESTERO, EL CASO LEGUIZAMÓN

El experimentado tercera línea de Los Pumas y Jaguares, Juan Manuel Leguizamón, tuvo el honor de jugar en la Primera División de su club de origen, Santiago Lawn Tennis, con su papá Juan Carlos y su hermano Gonzalo.

Tori, su padre, jugó hasta pasados los 40 y con sus hijos se desempeñó durante casi toda una temporada completa, hace cerca de 20 años.