El chajariense Franco Pizzio emigró hacia el rugby francés

“Los desafíos son los que hacen la vida interesante y superarlos es lo que hace la vida significativa. El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad, en disfrutar lo que se obtiene. La única manera de hacer un gran trabajo, es amar lo que hacés. Si no lo has encontrado, sigue buscando. No te conformes”, resalta en sus redes sociales el chajariense Franco Pizzio.

Es que nada le fue fácil ni nadie le regaló nada. Con el esfuerzo y sacrificio que distingue a todo forward, este entrerriano de 25 años fue ganándose un lugar de privilegio en el rugby de la región, al pasar de Curiyú por los seleccionados de la Unión Entrerriana, luego al CRAI de Santa Fe y desde hace poquitos días, al CSM Gennevilliers, conjunto que interviene en el Federale 1.

Un sueño cumplido

“Es algo que no caigo, estoy cumpliendo mi sueño”, declaró Pizzio en diálogo con MIRADOR ENTRE RÍOS. “Estoy muy contento, tratando de integrarme al grupo y aprender un poco de francés. No tengo conocimientos sobre el idioma, pero estoy siempre dispuesto aprender, por más que me cueste. Vivo en Gennevilliers, cerquita de París. No conozco a nadie. Es una vida totalmente nueva pero me recibieron todos muy bien en el club. Algunos chicos saben un poquito de español y por ahí me explican y voy entiendo”, contó el entrerriano.

Agradecido

“Esto es algo que vengo buscando desde hace un tiempo. Tuve un representante que me habló, Patricio, y después las cosas se fueron dando. Fue todo tan rápido todo que todavía no lo creo que estoy acá en Francia. Acá están muy a la expectativa de mí y lo que pueda brindarle al equipo, así que voy a dar todo”, sostuvo.

“No tengo más que palabras de agradecimientos por esta experiencia que estoy afrontando. Mi señora es mi apoyo incondicional, la que siempre está, mi cable tierra. Creo que sin ella no podría cumplir este sueño que hoy estoy viviendo”, valoró.

“Por otra parte, con el CRAI estoy muy agradecido porque fue el club que me dio una formación como deportista y como persona y Curiyú fue mi primera base, donde todo empezó. Asimismo, los seleccionados la UER fueron el trampolín para que también se me abran puertas”, indicó.

Franco Pizzio partió desde su ciudad natal en búsqueda de nuevos desafíos, con el afán de expandirse desde el plano deportivo y social. Nada le resultó sencillo, ni a él ni a su familia y todo, fue ganándoselo con su propio tesón.

Surgió del Curiyú RC, en 2014 fue parte del seleccionado juvenil de la Unión Entrerriana de Rugby que compitió en el Campeonato Argentino de Menores de 18 años y esta temporada se había afianzado en el primer equipo del Club de Rugby Ateneo Inmaculada de Santa Fe, simplemente conocido como el CRAI.

Tuvo también una experiencia fuerte en el Ejército y tras darse de baja, desarrolló su propia empresa de mantenimiento y refacción de piscinas, jardinería y paisajismo. Hoy, en Francia, sus anhelos pasan por dedicarse full-time a la actividad rugbística. Ni más, ni menos.

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