Raúl Embon: «Sin una buena formación, no se puede lograr ningún resultado»

En el marco de la apertura del «baúl de los recuerdos», llevada adelante por Tercer Tiempo, un referente del Club Tilcara visitó los estudios de Planet 95.1 Mhz. para hablar de su historia y las vivencias del rugby entrerriano. Raúl «Geniola» Embon habló de todo.

Hoy, alejando de la cotidianidad del rugby pero bien de cerca involucrado con su club, Embon llevó a la radio recortes históricos que colecciona y repasó diferentes momentos que lo involucraron en el deporte. Asimismo dio cuenta de sus viajes a los Mundiales (1991 y 1995) e hizo referencia a cuando saludó a Nelson Mandela. «No me lavó la mano más», le dije a mis amigos.

SUS INICIOS

«Crecí en Tabossi aunque de chico llegué junto a mis padres a vivir a Paraná, debido al trabajo de mi papá. Nos fuimos a un barrio donde había otro chico al que le decían «Geniol», dado aquel boom de la época que era el muñeco de la campaña publicitaria de la marca de medicamentos.  Entonces a mí, me pusieron «Geniola». Aquel chico, era Marcelo Marcó, quien me invitó a mí junto a Quique Bogado, a jugar al rugby en Tilcara. Íbamos juntos a Rowing y empezamos a practicar en Tilcara»

«Aquellas primeras prácticas fueron en el Hipódromo, en una cancha llena de espartillos. Mi primer entrenador fue Manuel Arrías. Si bien yo jugaba al fútbol, empecé a jugar rugby y nunca más lo dejé. Dos días después de mi primer entrenamiento, allá por 1965, mis compañeros me invitaron a que los acompañe al partido del fin de semana, que era ante Inmaculada, en Santa Fe. La noche previa al partido, uno de los chicos le robó el auto a su papá y volcó, entonces sus padres no lo dejaron ir. Como yo había viajado con ellos, me pidieron que me ponga un equipo y juegue. Y lo hice. Yo venía del campo y por más que era chico físicamente, no le tenía miedo a nada. ¡Me pusieron de wing e iba para adelante siempre!»

«… Ahí empezó toda mi historia en el rugby… después pasé por todas las divisiones y hasta fui capitán de la Primera División. Eran épocas muy lindas, muy especiales. Entre otras anécdotas, recuerdo cuando se empezaba a construir El Quincho, una vez el «Sapo» Trápaga nos citó a las 6.30 de la mañana y nadie entendía por qué. Fue ahí que nos pidió que cortámos el césped y arrancáramos los espartillos… ¡A mano! Hicimos de todo y hemos crecido. Sabemos que sin una buena formación, no se puede lograr ningún resultado»

EL RUGBY DE HOY

«Es muy distinto al rugby de ayer. En mi caso, llegué a ser incluso entrenador del seleccionado. Pero hoy, quien no haya estudiado rugby, es difícil que sea entrenador. En mi época, el que relativamente era bueno dentro de la cancha, podía ser el técnico de cualquier equipo»

«En la actualidad circula mucha información y es distinto. Si uno no está actualizado, los jugadores tienen otras maneras para informarse sobre el rugby. En otros momentos, recuerdo que con César Acosta conseguíamos con suerte videos de rugby del Gales de la época y eso valía oro»

EL SER DIRIGENTE

«En nuestro Club Tilcara, estábamos hace varios años en una situación muy difícil y dirigentes jóvenes empezaron a tomar la dirigencia del club, con el puntapié que dio Alejandro Arnau. Nosotros, ya más de grandes, eramos más cerrados. Allí empezó a cambiar la visión»

«Hoy tenemos todas las divisiones, varios entrenadores y managers por equipo, etc. Muchas veces, si los resultados no llegan, es difícil sostener una estructura así. Para los papás, por ejemplo, que no vengan del rugby, es más fácil llevar a sus chicos a Estudiantes, que está en el centro y los éxitos lo acompañan. En cambio la convocatoria nuestra se hace más cuesta arriba. De nuestro club nadie nunca se ha ido sin comer un guiso o un locro. Teníamos chicos muy carenciados que iban a veces para comer básicamente. Pero después, seguimos creciendo y la convocatoria se agrandó. Somos un club a pulmón»

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