Sin lugar a dudas, el apellido Raiteri es sinónimo de rugby en Entre Ríos. Y en el Club Atlético Estudiantes (CAE), aún más. La pasión de Carlos, Pedro, José, Matías y Fernando por el deporte de la ovalada se hace sentir a una legua de distancia. El sentimiento de los cinco por esta disciplina llegó a través de su recordado padre, José María, quien fuera jugador en Diamante y tuviera un paso por el ya desaparecido equipo del Liceo Militar.

Cada uno dejó una huella imborrable tanto en el CAE como -según cada caso- en Atlético del Rosario, el CASI, Los Pumas 7’s y los seleccionados entrerrianos.

En los últimos cuatro años, mediáticamente el más renombrado fue Pedro. Aunque nunca olvida que su arribo al rugby fue a través de su hermano ‘Carlitos’ ni que sus orígenes se dieron junto a la camada ’73, su nombre cobró transcendencia en las últimas temporada a raíz de ser el entrenador del Plantel Superior albinegro que atravesó uno de los ciclos más preponderantes de sus casi 90 años de historia.

El ex apertura asumió como DT a fines de 2019. Transitó como todos, una pandemia en la que vía Zoom, fue manteniéndose al día con todos sus dirigidos. En 2021 comenzaron a llegar los resultados del trabajo realizado, con la obtención del Torneo Dos Orillas de Mayores. En 2022, el subcampeonato del Torneo Regional del Litoral (TRL) y la recepción de las instancias finales en el Parque Urquiza, reflejaron una de las temporadas más gratificantes de las últimas décadas en su institución. Mientras que, este año, con la conquista del TRL, Estudiantes puso el grito en el cielo.

Se trata de un ligero resumen de lo hecho por Pedro Raiteri y su staff al frente del primer equipo estudiantil, que ya no lo tendrá más en la conducción técnica.

‘Peter’ decidió dar un paso al costado tras la valiosa experiencia que desarrolló, más allá de que seguirá aportándole un granito de arena a su entidad, ahora, desde otro lugar.

Raiteri realizó un balance de su recorrido en esta etapa de DT del CAE e indicó que su decisión dejar el rol tiene que ver con resguardar la relación construida con los jugadores.

DETERMINACIÓN

“Tomamos la decisión entre todo el staff y tiene que ver con querer resguardar la hermosa relación que construimos con el jugador. No queremos que esto se agote, se diluya y no esté en este lugar que nosotros entendemos hemos construido, que es una gran relación jugador-entrenador”, sostuvo el DT.

“Creemos también que la alternancia al club le va a hacer bien. Hemos formado parte de una gran etapa, que esperemos haya dado inicio a un ciclo virtuoso en el CAE. A partir de allí esperemos se disparen acciones para seguir creciendo, en juveniles e infantiles a pasos de conseguir los objetivos”, señaló.

“En lo personal, aspiro a capacitarme, a ser mejor entrenador, a tener más herramientas, a hacer los cursos que tiene la UAR, para estar en mejores condiciones, por si nos vuelve a tocar y ser una parte importante para un nuevo desafío”, comentó respecto a lo que viene.

-¿Cuál creés que fue la impronta que le diste al equipo en este virtuoso ciclo?
-Básicamente, junto a este gran staff, creo que la impronta fue el trabajo. Principalmente, fue tener claro que todo comienza y termina por el jugador, que es lo más importante. Lo cierto es que con esa premisa fuimos por nuestros objetivos. Primero, entre los de medianas posibilidades, como intentar ganarle a algún equipo rosarino. Después el anhelo fue jugar de igual a igual y ya en estas últimas dos temporadas, la idea fue trabajar para conseguir los torneos, implementando un plan de juego que nos permita alcanzar los resultados que buscábamos.

-De tener que elegir, ¿te quedás con tu etapa de entrenador o como jugador?
-Tuve la posibilidad de jugar 15 años en Primera. Con el CASI gané un torneo M19 en la URBA y disfruté muchísimo de cada etapa, en cada lugar. Pero con absoluta sinceridad, puedo decir que los momentos más lindos en el rugby los viví como entrenador. Ver reflejado en los ojos de los chicos y después en los partidos, lo que uno humildemente intenta trasladar, es muy gratificante.

-¿Cuál es tu anhelo a futuro en el CAE?
-Aspiro a que el proceso que desarrollamos con este hermoso staff, sea una primera etapa de un ciclo virtuoso para el rugby del club y que fortalezca a los tres estamentos: Infantil, Juvenil y Superior. Es cierto que la vara quedó alta, pero por el sacrificio de los jugadores y esperemos que eso no sea presión para quien tome las riendas ahora. Si tengo que hacer alguna sugerencia al respecto, es que no hay que dejar de divertirse. Los desafíos que presentan los partidos y los torneos tienen que ser algo grato.

El aporte de Pedro Raiteri y su valioso staff, posicionó a Estudiantes de una manera excepcional e histórica para esta nueva etapa del rugby moderno. Está claro que su partida deja la vara muy alta, rumbo al nonagésimo aniversario del rugby en la institución, que se cumplirá el año próximo.