Melani Hernández, de infantiles a mayores, una vida de pasión por el rugby

Todo esfuerzo tiene su recompensa y los sueños están hechos para cumplirse. La paranaense Melani Hernández tiene muy claro ambos conceptos. Con la madurez que ostenta pese a su juventud, es una fanática de la actividad física y durante su infancia práctico varios deportes.

Mela, como se la conoce en el ámbito del rugby, nació el 10 de julio de 2004. Vive con su mamá, Rosa, y es la menor de seis hermanos: Brian, Matías, Laura, Rocío, Roxana y Brenda.

Su pasión por el rugby es difícil de describir, aunque no sería complicado de entender: su abuelo del corazón es Miguel Celentano. Se trata de un referente de la actividad en la capital entrerriana y el responsable de haberla acercado al Atlético Echagüe Club, ex Álamo RC.

Desde su primera infancia ella respiró rugby y nunca más se alejó de una disciplina que posteriormente le daría una considerable cantidad de satisfacciones.

“Amo el rugby. Me encanta entrenar. Soy una apasionada por mi club. Estoy todo el tiempo pensando en rugby y sintiendo mi deporte”, anticipó.

En la actualidad, es la única jugadora entrerriana que transitó el proceso completo de infantiles, juveniles y mayores en un club de la provincia.

Brian Müller, especialista de rugby femenino en Tercer Tiempo junto a Melani, destacada de 2023.

DE MENOR A MAYOR

Un día, cuando tenía 12 años, mientras deambulaba por el predio de Echagüe -lugar al que considera el patio de su casa, admite-, el primera línea del Plantel Superior, Agustín Benítez, la invitó a sumarse a un encuentro con los más pequeños que él dirigía. Durante un tiempo jugó con los infantiles; después pasó a juveniles, donde inclusive continuó desempeñándose de manera mixta y tras un receso por falta de chicas en la institución, retomó. Estuvo en los últimos años de las categorías menores hasta arribar en 2023 a la Primera División.

“Mi familia siempre me apoyó en esta iniciativa, alentándome, yendo a verme jugar… Sin su respaldo no hubiera podido llegar a nada”, manifestó.

“Hoy en día estoy muy enfocada en el rugby. Voy a la cancha a correr, a patear; también al gimnasio. Siempre, con una rutina pensada en mejorar. Me entreno para eso, para seguir creciendo en mi deporte. Aspiro a llegar alto”, indicó.

En su ascendente carrera, Melani ya se dio el gusto de cumplir varias metas: “La temporada que pasó fue muy importante para mí, al debutar en la Primera División de Echagüe; ser campeonas con las chicas de un nuevo Torneo Provincial; haber jugado el Torneo Regional del Litoral Femenino y participar del Seven de la República por primera vez como Mayor… ¡Más no puedo pedirle al 2023!”.

“Entre otras cosas lindas que me pasaron, por ejemplo, fue que siempre anhelé jugar con Anto (Antonella Reding, la villaguayense que se desempeña en Echagüe y Las Yaguaretés)… De chiquita la veía quería compartir cancha con ella. Finalmente llegué y lo hice. De ella aprendí y aprendo mucho. La admiro no solo por su papel de jugadora sino como persona, ya que es excelente. La considero de hecho hoy en día una gran amiga”, declaró.

UN SENTIMIENTO

La vida de Melani Hernández en el rugby se resume en talento y entrenamiento. Cuenta como medio scrum, con características de líder. No se calla nada. Es a la vez muy solidaria, respetuosa y querida por sus compañeras.

“Practico rugby porque lo siento. Me aferré mucho a este deporte porque me ayudó a transitar por muchísimas etapas de mi vida. Me impulsó a salir adelante de distintas adversidades. Por momentos tenía muchas cosas en la cabeza, por ahí sin saber para donde escapar, pero iba a la cancha, entrenaba, jugaba un partido y se me pasaba todo. Es mi cable a tierra”, expresó. “En lo personal, el rugby me dio muchísimas amigas que hoy en día son como mis hermanas. Son personas de fierro que siempre están”, agregó.

A FUTURO

“En cuanto a lo que viene, soy muy optimista y me veo muy bien en el rugby. Siempre voy a seguir vinculada al deporte de la manera que fuere. El día que no juegue más, voy a estar al costado de la cancha brindándole a alguien, todo lo que un día me dieron a mí”, dijo y concluyó: “Tengo en total 17 sobrinos y aunque son chiquitos, quiero empezar de a poco a llevarlos al club. Ellos van a verme jugar, me acompañan y se engancharon. El día de mañana quiero que jueguen al rugby, sin lugar a dudas”.

Destacadas Entre Ríos