El puma entrerriano Marcos Kremer estuvo el fin de semana en su Concordia natal y aprovechó la oportunidad para compartir tiempo en el Encuentro Infantil que organizó su club, Espinillos.

Tal como lo hace cada vez que puede, por los tiempos que le demanda el seleccionado argentino y su compromiso con Jaguares, Marquitos regresa al lugar que lo vio nacer y le retribuye a los clubes de su ciudad, aquello que le brindaron en sus inicios.

Las imágenes son elocuentes y los rostros de alegría de los más chicos eximen de mayores comentarios.

Marcos Kremer no se olvida de sus raíces y conserva la misma humildad que en su momento lo catapultara de Entre Ríos al mundo. Un ejemplo de grandeza y humildad.