La novena Copa del Mundo: una fiesta en Japón que cautiva multitudes

A unos 18.300 kilómetros de Argentina, en Japón, tiene lugar la novena edición del Mundial de Rugby. La potencia asiática que tanto en ésta como en otras disciplinas se encuentra en plena ebullición, recibe a fanáticos de todas partes del mundo y demuestra día a día, estar a la altura de las circunstancias con una organización y una hospitalidad inusitada.

La cultura y educación imperial del pueblo nipón, superan las expectativas hasta de los más pesimistas.Luego de 10 días del inicio de la cita ecuménica, el saldo desde lo deportivo y lo estructural, es ampliamente satisfactorio, tanto para World Rugby como para los miles de fanáticos de todo el planeta que viajaron para vivir de cerca este acontecimiento único.

DE PRINCIPIO A FIN

Todos los caminos, en este caso, conducen a Tokio. La gran fiesta del rugby mundial comenzó en la ciudad más poblada del mundo.Como no podía ser de otra manera, esta capital es la primera parada de cada viajero que de uno u otro modo, vive la Rugby World Cup desde adentro.

Las compañías aéreas oficiales de Japón se encargan de que las costumbres del país se arraiguen a cada visitante desde el aire.La cordialidad con la que los pasajeros son tratados, es llamativa o bien, es habitual. Comidas típicas, aeromozas vestidas con trajes de geishas, carteles identificatorios tanto en inglés como en el propio japonés, entre otros aspectos se ponen en manifiesto en los aviones.

La cordialidad y predisposición de los nipones para con los turistas atrapa desde el primer contacto, con la llegada al aeropuerto internacional Narita.

Para esta oportunidad, la Copa Mundial de Rugby acaparó la atención hasta del más despistado. Es que el trabajo en la difusión del evento, considerando no se trata de una nación tradicional en el rugby como sucedió con los mundiales que antecedieron, es excepcional.

En las calles, las estaciones de metro, los hoteles, centros comerciales y en los puntos neurálgicos más importantes, la novena cita ecuménica se hace sentir con gigantografías, flyers, banners, puestos de información y demás.

De Norte a Sur y de Este a Oeste, unas 12 sedes reciben los encuentros protagonizados por los 20 mejores seleccionados. Los estadios de Tokio, Yokohama, Toyota, Sapporo, Kumagaya, Oita, Osaka, Kobe, Fukuoka, Kumamoto, Kamaishi y Shizuoka albergan los partidos que se desarrollan en promedio, con el 95% de su capacidad colmada de espectadores de todas partes del mundo y un superlativo número de japoneses que disfrutan del espectáculo como tal.

Las distancias entre un destino y otro, se acortan con el tren bala, que corre a másde 300 kilómetros por hora y se vuelve otra distintiva atracción.En la mayoría de los casos, los locales ven un partido de rugby por primera vez.

“Aunque del deporte en sí no entiendo mucho, me acerqué al estadio a ver este partido de Argentina y Francia porque sé que son dos grandes equipos y seguro van a brindar un gran show”, dijo el joven Nozomi, con un inglés imperfecto en la antesala al debut de Los Pumas, en las afueras del estadio Ajinomoto.

Quizás las barreras idiomáticas puedan llegar a ser para los asiáticos, el impedimento en el desarrollo perfecto del torneo. Sin embargo, los anfitriones resuelven las acciones con hechos concretos: en vez de responder dónde queda tal o cual lugar, acompañan al turista hacia un sitio aproximado; si ven a alguien desorientado en la calle, buscan de la manera que fuere ayudar; si no hay internet en la vía pública, ellos comparten la conexión de su celular, entre otros aspectos que hablan a las claras de la extrema amabilidad de la gente.

Otra nota llamativa a considerar, es que en los espacios públicos no hay contenedores de basura o cestos de residuos. Nada más en algunos casos, se ven tachos para tirar elementos con su respectiva separación para reciclar.Según supo explicar Aiko, recepcionista de un hotel en Osaka, el hecho se debe a que si la gente tira sus despojos en basureros públicos, con la cantidad de japoneses que hay, puede que se llenen con facilidad en pocos minutos y que los restos caigan al piso. Entonces, la propuesta es que cada uno lleve de vuelta a su casa los elementos a desechar y los tire allí. “Consideramos que los espacios públicos son de todos y no de nadie en particular. Por eso, cada quien debe cuidarlos espacios ciudadanos mucho más que a su propio lugar, ya que no es su dueño”, manifestó.

La corrección extrema de los japoneses, invita a observar el avance radical de una nación que recibiera dos bombas atómicas y hoy, es una potencia. Imposible evitar comparaciones respecto a la cultura occidental.

LA COMPETENCIA

Hasta el momento, el desarrollo de la Rugby World Cup se da con las sorpresas de las victorias de Japón sobre Irlanda y el triunfo de Uruguay ante Fiji. Además, hay equipos llamados a ser la sensación. Japón, por ejemplo, buscará seguir dando que hablar ante su gente. Los All Blacks, últimos bicampeones, se presentan como los grandes candidatos a repetir el título. Sin embargo, la potencias europeas del momento, principalmente Inglaterra (campeón en 2003) y Gales, están listos para dar la nota, sin dejar de lado el presente de Francia ni de Irlanda (actual número uno del ranking mundial).

Tampoco puede quedar de lado a la hora de hacer un pronóstico, los argumentos con los que cuentan Sudáfrica (campeón en 2007 y 1995) y Australia (campeón en1991 y 1999). La derrota de Los Pumas ante Francia, el pasado sábado 21, le generó al equipo un tropezón desde el arranque y lo puso en una pendiente cuesta arriba. En la delegación argentina, nunca antes hubo la cantidad de entrerrianos que hay en la actualidad.

El paranaense Javier Ortega Desio disputa su segunda cita ecuménica mientras que el concordiense Marcos Kremer tuvo su debut absoluto. En tanto, Martín Gaitán integra por tercer mundial consecutivo el staff técnico.En el ojo de la tormenta estuvieron en los primeros partidos los referees, cuyo órgano de observación admitió incluso las fallas.

INNOVACIÓN

Estadios de vanguardia. Sus accesos, los espaciados sectores de vestuarios, prensa, controles antidopaje, catering, hospitality y las dimensiones en general, suelen ser trascendentales.Las áreas de trabajo para los más de 3.000 trabajadores de la comunicación acreditados en el Mundial, son inmejorables en todo sentido.En cuanto a lo tecnológico, se conjugan un país pionero con el rugby, que es uno de los deportes más avanzados del mundo en cuanto al uso de las innovaciones para alcanzar la perfección.Además, se pusieron en marcha -y prevén darse en siete partidos del certamen-, repeticiones en 3D de las jugadas salientes.

Se trata de la aplicación de un conjunto de tecnologías ópticas y sensores que trasladan al espectador al centro de la acción en pleno partido, como si fuera un jugador más.Por su parte, World Rugby está comprometida a generar una estrategia de transmisión que le llegue a la mayor audiencia posible, por lo que esta edición de la Copa del Mundo, llegará a más de 800 millones de hogares en 217 territorios, superando los 683 millones de destinos a los que llegó en Inglaterra 2015.Unas 34 cámaras cubrirán desde todos los ángulos las semifinales y final.

Mientras que el resto de los juegos se desarrollan con 28 y 23. La cifra, implica un crecimiento cuatro veces mayor en volumen de contenido respecto al del Mundial pasado, Inglaterra 2015.Por su parte, la cobertura oficial se ofrece en múltiples señales y formatos. Los encuentros se adaptan a la necesidad del usuario, al darse en formato UHD/4K y 8K en el mercado doméstico japonés.

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