La historia del colectivo que movilizó a todo un pueblo

El Club General San Martín de San Jaime de la Frontera, adquirió un colectivo para el transporte de sus jugadores, gracias a la ayuda de toda la población.

Quizás, para otras instituciones no es un hecho relevante, pero para un club muy humilde, la adquisición de este micro para el transporte de los representantes de sus diferentes disciplinas, es muy importante. Y, para lograrlo ha llevado un trabajo muy duro durante meses.

A fines del año pasado, más precisamente en noviembre, el club por su presidente Ulises Colombo, se planteó este objetivo, con la intención de mejorar las condiciones de transporte y seguridad de los jugadores.

Anteriormente, poseían un micro Deutz modelo ’86 que habían utilizado durante seis años, pero que con el paso del tiempo, se deterioró notablemente.

Sin embargo, este ansiado ómnibus, tenía un valor nada más y nada menos, que de 250 mil pesos. Una cifra que parecía inalcanzable para la entidad del norte entrerriano, cuya necesidad es imperiosa, teniendo en cuenta que sin él, la competencia en los diferentes torneos se hace cuesta arriba, considerando que los rivales se encuentran en diferentes ciudades y la distancia que se debe recorrer no es menor a los 100 o 150 kilómetros aproximadamente por cada encuentro. Mientras que el costo del alquiler de un micro es de $18.000. Un monto que en el transcurso del año se vuelve muy elevado.

Debido a esto, la necesidad de obtener el vehículo se hizo inmediata y de esta manera se decidió llevar adelante un proyecto serio. El plan se basaba en generar beneficios con fines de lucro cada 15 días y que toda la comunidad de San Jaime pueda colaborar con la institución.

Para lograrlo, se necesitó un trabajo en conjunto entre los directivos y jugadores vinculados al rugby, que también tuvieron una ayuda más que importante de parte de todas aquellas personas que de alguna manera están involucradas en el hockey femenino.

Realizaron diferentes ventas de comidas, como locros y asados, rifas de motos y la organización del “Seven del Cordero”, enmarcado en la fiesta provincial. Hubo bingos y también tuvo un papel importante la venta del colectivo anterior, con el que se obtuvo un gran ingreso.

Por esto logró recaudar cerca de 130 mil pesos. Pero sin dudas, lo que logró un mayor rédito económico fueron las ventas simbólicas de 30 butacas, en la que la gente del pueblo tomó un gran protagonismo gracias a su colaboración. Las donaciones fueron entre los 500 y 1.000 pesos.

Así, luego de duros meses de trabajo, el sacrificio tuvo su premio. Se logró obtener un gran rédito económico, que le permitió a la entidad de San Martín hacerse propio del objetivo tan anhelado y que no solo lo pueda disfrutar el club, sino a todo el pueblo.

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