Juan José Almada, jugador de Parque, de Villaguay: “El respeto y la integridad, son los principios del rugby”

Un ejemplo más de trabajo, perseverancia y amor por el rugby en  el Desarrollo Entrerriano. Juan José Almada, es uno los protagonistas esenciales del Club Parque, de Villaguay, que ha corrido detrás de la ovalada con un cariño imperecedero e ímpetu por cumplir sus sueños.

Pepe, es hijo de Juan Carlos y Luisa, y hermano de Patricio y Fernando, quienes fueron actores que integraron la primera escena para que la guinda tome la dimensión de una herramienta imprescindible de su habitualidad, con un lazo que perdura desde una muy temprana edad. “Vivo frente a un Polideportivo y continuamente me involucraba a ejercer con distintas disciplinas. Pero, al rugby lo practicaban en el Hipódromo de la ciudad y, cuando tenía diez años, mi papá me llevó y comencé a representar  a Jockey Club”, dijo el referente en el comienzo de una charla muy amena con Tercer Tiempo. A partir de esta situación, nada volvió a ser igual. “Desde el momento que agarré la pelota y troté con ella, quedé fascinado y sentí algo fuerte por este deporte”, indicó.

Sin embargo, su ilusión fue interrumpida en varias ocasiones debido a la falta de actividad en la localidad. “Desde el principio, el rugby despertó algo mí. Lamentablemente, no fue continuo en las infantiles y no disfruté esta etapa tan relevante, en la cual se aprende a compartir y muchos puntos básicos que luego te sirven para más adelante. Me hubiese gustado transitar por este ciclo”, señaló el villaguayense.

UN PASO TRASCENDENTAL

Una lucha ardua por encontrar un lugar dónde saciar su hambre de competitividad y cuando la oportunidad se presentó, Juan José no lo desaprovechó. “Tenía 20 años cuando el Club Parque inició sus actividades. Recuerdo que, la actuación de Los Pumas en el Mundial de Francia fue una actuación y generó interés para que los chicos comiencen a práctica. Fue un gran puntapié, junto a la labor que desplegó Daniel Segovia, quien fue crucial para que se desarrolle y no dudé en sumarme”, contó.

“Se conformaron las diferentes categorías, tanto las infantiles y juveniles, como el conjunto de la Primera División, en el cual disputé amistosos frente a otros elencos que estaban en su gesta deportiva. Inicié en la posición de apertura pero con el transcurso del tiempo y debido a muchas circunstancias, empecé a cumplir la función de fullback, dónde me desempeñe toda mi carrera. No obstante, lo primero que me enseñaron fue tener respeto hacia todos y la pasión e integridad como principios. Lo mejor es que me sirvió para aplicarlo diariamente”, manifestó.

INCONMENSURABLE

Desde su génesis, la entidad viallguayense ha demostrado un avance deslumbraste y, Almada, fue testigo y uno de los artífices de esta etapa. “En el 2008, arrancamos a jugar oficialmente en el Torneo Provincial. Fue un año de gran aprendizaje y no ganamos casi ningún partido. Crecimos cada temporada y, un año después, tuve la gran suerte de integrar el Seleccionado de Desarrollo de la Unión Entrerriana de Rugby – UER-“, expresó.

En este sentido, dio cuentas de uno de los hechos que marcaron su trayectoria: “Tengo recuerdos imborrables de esos años. El progreso era inmenso y en 2011, tuvimos la posibilidad de alcanzar la final del certamen de la provincia. Se convirtió en un año muy importante para mí porque llevamos adelante un buen campeonato y perdimos en la cita decisiva ante Capibá. Más allá del resultado adverso que obtuvimos en Paraná, junto al equipo nos quedamos satisfechos porque habíamos logrado un avance importante en tan poco tiempo. Nos volvimos un club respetado en la provincia y en los siguientes años, pudimos llegar a instancias finales y no tuvimos la suerte de coronarnos, pero estoy tranquilo porque en distintos torneos jugamos buen ritmo”.

CAMBIO DE AIRES

Nuevamente, los infortunios se atravesaron en su recorrido, pero jamás lo detuvieron. “En 2015, Parque no pasó por un buen momento debido a la escasez de jugadores debido al retiro de algunos muchachos experimentados. Entonces, ante una breve disolución, junto a algunos compañeros decidimos calzarme momentáneamente la camiseta de Pecarí, de Villa Elisa”, aseveró el hombre de 33 años.

“Nos acoplamos bien con los chicos y conformamos un buen grupo. Hicimos una campaña tremenda y conseguimos gritar campeón en la final de la Zona Ascenso del Torneo Provincial Entrerriano. Fue maravilloso”, agregó.

Almada vistiendo los colores de Pecarí, de Villa Elisa.

REGRESO A SUS COLORES

“Cuando todavía vestía la ropa de la institución elisense, tuve la mala fortuna de sufrir una fractura de tibia y peroné, y me perdí una calendario entero. Fue un momento muy duro, pero me recuperé rápido y en 2017, indudablemente retorné a competir en Villaguay”, relató el 15.

Con una mirada detenida sobre el reciente proceso de los dirigidos por Gastón Vega, opinó: “En los últimos certámenes, fueron grandes recambios y constantes porque se debió subir a juveniles al plantel superior. Muchos chicos de San Salvador se transformaron en piezas fundamentales para que sigamos avanzando”.

FUTURO

Sobre el desenlace, el back brindó sus perspectivas para lo venidero: “Quiero jugar algunos años más, porque todavía tengo muchas ganas. En el futuro, me gustaría seguir dirigiendo a los juveniles y capacitándome para mejorar, y soñar con estar al frente de un plantel superior”. Para cerrar, enfatizó: “Colaboraré para el desarrollo del rugby en la localidad y trataré de devolver todo lo que me dieron”.

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