El rugby se une en la lucha contra el coronavirus

Dicen que la adversidad saca lo mejor de las personas y si tomamos como ejemplo a Maxime Mbandà eso es totalmente cierto.

El tercera línea italiano ha puesto su propia salud en juego para ayudar a sus conciudadanos en las horas mas oscuras, conviertiéndose en conductor de ambulancias en su país, que está siendo golpeado duro por el COVID-19.

“Estoy llevando transfiriendo pacientes positivos de un hospital a otro. Los ayudo con la camilla o la silla de ruedas o cargo con el oxígeno,» le contó el 20 veces internacional a AFP.

“El 95% de las estructuras sanitarias están utilizadas por pacientes con coronavirus. Si la gente viera que lo que veo en los hospitales, no había más filas en los supermercados. Lo pensaría tres, cuatro veces antes de salir de sus casa, aunque fuere para salir a hacer ejercicio.»

“Veo gente de todas edades con respiradores, oxígeno, doctores y sus asistentes trabajando hasta tarde, sin dormir un minuto, pensando que al día siguiente podrán descansar. Quisiera poder decir que estamos al límite, pero temo que no es así.»

TRAGEDIA

La cantidad de muertos en Italia ya es más alta que en China, de donde surgió el virus; Mbandà dice que nada lo hubiera podido preparar para las cosas que ha visto.

“Es la muerte. Cuando ves los ojos de los pacientes, cuando no pueden hablar, se comunican con los ojos, te dicen cosas inimaginables.»

“Escuchan las alarmas, ven los doctores y enfermeras corriendo de un lado al otro. La primer persona que transporte me dijo que fue al hospital tres horas después de que su vecina haya muerto y que dos mujeres en su pabellón habían muerto. Hasta entonces, no había visto a nadie morir.»

“Hay que tratar a los pacientes como si fueran familia. Lo terrible es que si los tocas, cualquier simple caricia para darles calor, enseguida debes desinfectarte.»

“Mientras tenga fuerza, seguiré adelante. Estoy aquí y me quedaré mientras haya emergencias.»

(World Rugby)

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