El paso de la República por Paraná

Transcurrió la edición 2016 del Seven de la República y el saldo tuvo mayores aspectos positivos que negativos. Entre Ríos, otra vez quedó a un paso del título y la sensación ya no es la misma a la de años anteriores.

Una vez más como cada diciembre, el Seven de la República dejó su huella en la capital entrerriana. Su andar se hizo sentir durante sus dos jornadas de competencia en las sedes de El Plumazo y La Tortuguita así como en los propios clubes que de un u otro modo le aportaron lo suyo a la concreción de un evento deportivo de primer nivel, característico en el cierre del calendario de rugby oficial.

En materia deportiva, ganaron los mejores sin atenuantes y de manera invicta: Cuyo y Buenos Aires, en la rama masculina y femenina, respectivamente. El nivel de juego exhibido fue bueno. También hubo excepciones, como Rosario, que estuvo muy lejos de concretar un buen papel.

En lo organizativo el haber superó al debe con creces. Sin embargo, siempre quedan pequeños detalles librados al azar.

El seleccionado entrerriano se ubicó nuevamente en el tercer lugar del podio. No obstante las caras largas en el plantel evidenciaron la frustración de un equipo que estaba para más y que debido a su hambre de gloria, quedar tercero es sinónimo de ubicarse lejos. Por más que así no lo fuera.

El representativo femenino por su parte terminó los ocho mejores y continuó sumando experiencia.

DESAZÓN

El equipo de caballeros de Entre Ríos fue de menos a más aunque se despidió con las manos vacías pese a haber concretado actuaciones notables y con gran equilibrio.

En la jornada inicial la UER superó a Sur (17-5), le ganó a Tierra del Fuego (31-0) y doblegó a Mar del Plata (19-10). El sábado en tanto, venció a Santa Fe (10-7) y accedió a las semifinales por quinto año consecutivo.

Ante su par santafesino el joven elenco entrerriano dio muestras de su temperamento y convicción para afrontar situaciones adversas y salir a flote frente a un rival complicado. Mientras que ante el campeón, el equipo provincial se vio superado sobre el epílogo. Tuvo mayor resto físico el conjunto mendocino y con una conversión esquinada y en contra de su perfil, Maximiliano Filizzola le quitó la ilusión a un combinado que sintió que podía llegar al título. De hecho, Entre Ríos fue uno de los mejores.

La UER fue contundente y tuvo en Juan Manuel Lescano, en Juan Pablo Taleb y en Juan Zabalegui a sus puntos más altos, pese a que en líneas generales el trabajo colectivo haya superado al de las individualidades. Todos estuvieron a la altura. Entre Ríos está cada vez más cerca de lograr el gran objetivo aunque el año de espera hasta un nuevo Seven de la República se haga eterno.

Será cuestión de tener paciencia. Si se conserva esta base y el trabajo con antelación, el plantel seguirá madurando así como el staff y el logro llegará por decantación.

El campeón tuvo en Filizzola y en el medio scrum Mauro Pettenari a sus mejores exponentes, mientras Buenos Aires mostró lo mejor en las manos de Diego Palma y Córdoba -cuarto en la presente edición- fue encabezado por la tarea excepcional de Augusto Guillamondegui.

Sería óptimo que los videos del torneo le lleguen a la brevedad al DT de Los Pumas 7’s, Santiago Gómez Cora, puesto que en Paraná se evidenció un gran potencial.

En la modalidad femenina, la figura de la bonaerense Sofía González prevaleció sobre el resto, mientras que la performance de las entrerrianas fue discreta, con un triunfo frente a UROBA (24-15) y dos derrotas, ante Santa Fe (17-12) y Córdoba (17-5). Joselina Bitar, Sheila Taborda y Antonella Kaplan, marcaron el camino en la UER.

El entrenador marplatense Daniel Villén, DT del seleccionado argentino de mujeres, observó con atención.

#BuenosAires se consagró en el 1° Seven de la República Femenino. Venció a #Cordoba en la final, por 19-0 y festejó de manera merecida

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GRAN DISPOSICIÓN

Las instalaciones tanto del anexo del Club Atlético Estudiantes como del Paraná Rowing Club lucieron a la perfección para la ocasión. Las tres canchas estuvieron en impecables condiciones, perfectamente marcadas y las torres luminarias que en el anexo albinegro debieron ser colocadas nuevamente tras ser derribadas por un fuerte temporal, llegaron a estar acordes.

La amistad y la camaradería siempre es parte del Seven de la República y en esta edición no fue la excepción a la regla. Dirigentes y periodistas se encontraron en los habituales almuerzos de la jornada inicial en la playa del PRC con el clásico menú de pescados y en los tradicionales pollos al disco preparados en el predio del Golf del CAE. Asimismo, los directivos locales y de las Uniones visitantes, abrieron el acontecimiento junto a sus pares de la UAR. En todas las oportunidades, la organización dejó entrever la continuidad del certamen en Paraná. El año próximo, volvería a tener lugar un viernes y sábado. Sería el 8 y 9 de diciembre.

PARA MEJORAR

La concurrencia de público quizás no haya sido la esperada y las razones pueden haber sido el calor o por la falta de publicidad. Para combatir las altas temperaturas que se dan siempre en esta región durante el último mes del año y que llegaron principalmente en la jornada sabatina, las sedes dispusieron de piletas y lugares específicos. Aunque desde hace varios años, el Seven de la República dejó de tener la promoción en la vía pública de otras temporadas. Más allá de la difusión de unos pocos medios, muchas personas exentas del ambiente rugbístico estuvieron lejos de enterarse del acontecimiento. Ni siquiera, desde las redes sociales de la organización.

Por otro lado, en el escenario principal del torneo una vez más los medios de prensa carecieron de comodidades básicas. Los visitantes fundamentalmente volvieron a llevarse una pálida imagen en ese aspecto. En ese sentido la organización no acompañó la jerarquía del espectáculo. Hubo faltante de sillas, toma corrientes y de soportes como mesas o al menos un tablón para apoyar los materiales de trabajo. Una desidia que se repite casi todos los años.

En cuanto al fixture, hay falencias que se reiteran. Quejas que se repiten en determinados planteles que deben mudar sus pertenencias de una cancha a la otra o de una sede a la otra en una misma instancia. Puede ser entendible desde la cantidad de encuentros que contempla la competencia (86) aunque también puede llegar a evitarse. Asimismo, es poco razonable que se jueguen en diferentes sedes y en simultáneo, partidos atractivos como los de las etapas semifinales. La UAR argumentó al respecto que la razón es la “ventaja deportiva” que pueden tomar algunos al ver el cotejo de otro. Pero hoy día, esa brecha se acorta con la tecnología.

(Foto: El Diario)

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