A Marcos Leonel Manfroni, jugador de la categoría M8 del Paraná Rowing Club, le diagnosticaron a los dos años síndrome de Asperger, una forma de autismo de alto funcionamiento. Sin embargo, su papá Joaquín Manfroni, jugador del Plantel Superior, encontró en el deporte de la ovalada una gran solución a la afección de su hijo.
LEVANTARSE Y SEGUIR ADELANTE
A sus tempranos dos años de edad, el papá y la abuela de Marcos detectaron que no hablaba y no fijaba la vista. Luego de varios estudios y test, los médicos le determinaron la patología.
“Nunca tuvo problemas de comprensión y de aprendizaje, pero le costaba relacionarse con el entorno” expresó Joaquín, y agregó: “Gracias al tratamiento cognitivo-conductual pudo desenvolverse en el ambiente escolar y familiar con independencia. Su primer día en la escuela ya sabía leer y escribir de corrido con total facilidad, pero no tenía amigos y le costaba relacionarse y sostenerse en una actividad”.
En consecuencia, la mejor forma para que pertenezca y se integre a un grupo social era el deporte, por ello su padre eligió llevarlo a practicar rugby, a finales del 2015. “Pudo insertarse en el grupo, obviamente con sus dificultades y limitaciones lógicas de todo cambio en su rutina, pero fue muy bien recibido por la institución y sus compañeros”.
Además de compartir prácticas y partidos junto a su división, disfrutó su primera gira a Córdoba el año pasado. En la actualidad, el rugby significa para él y su familia un cambio radical. Tal fue el progreso que ahora puede concurrir a los entrenamientos sin el acompañamiento de su papá, antes impensado.
Una vez más, el rugby hace florecer sus valores, en el que pregonan la amistad, el respeto y por sobretodo la inclusión. Uno de los pocos deportes en el que se integra a todos sin importar su condición física ni mental. Marcos es un ejemplo de que en la vida, como en el rugby, no hay obstáculo que no se pueda evadir y día a día vence todos los pronósticos y rompe las barreras que le impone su patología.
¿QUÉ ES EL SÍNDROME DE ASPERGER?
Es un trastorno severo del desarrollo dentro del Espectro Autista, considerado como un trastorno neuro-biológico en el cual existen desviaciones o anormalidades y los niños que padecen esta enfermedad pueden presentar estas características:
-Socialmente torpe y difícil de manejar en su relación con otros niños y/o adultos. Ingenuo y crédulo.
-A menudo sin conciencia de los sentimientos e intenciones de otros.
-Con grandes dificultades para llevar y mantener el ritmo normal de una conversación Se altera fácilmente por cambios en rutinas y transiciones.
-Literal en lenguaje y comprensión.
-Muy sensible a sonidos fuertes, colores, luces, olores o sabores
-Fijación en un tema u objeto del que pueden llegar a ser auténticos expertos
-Físicamente torpe en deportes.
-Incapacidad para hacer o mantener amigos de su misma edad.