En síntesis, de esto se trata el rugby. Sin importar el color de la camiseta, el objetivo del deporte es hacer mejores personas y amigos.
Admirar a quienes han llegado a lo más alto, es común entre grandes y principalmente, entre los más chicos.
El resultado final del clásico rosarino, con el triunfo de Duendes sobre Jockey (29-15), poco les importó a los representantes del semillero jocketo. Claro, enfrente tenían a un jugador que en la actualidad, se presenta como un emblema del rugby nacional: Jerónimo de la Fuente.
El centro formado en Duendes fue blanco de fotos y autógrafos en la tarde de Fisherton. No escatimó sonrisas y estuvo presto para dedicarle el tiempo que todos sus seguidores requieran.
Más allá de la casaca, de uno o de otro, el capitán de Jaguares, se merece la atención de todos. Por su personalidad humana y rugbística.
La imagen, vale más que mil palabras.