Con una ceremonia inaugural única y seguramente superior a las expectativas de las 49.570 personas que se dieron cita en el Ajinomoto Stadium de Tokio, dio inicio la novena Rugby World Cup.
Japón y Rusia, bajo el arbitraje del galés Nigel Owens, animaron el primero de los 48 partidos previstos a lo largo del certamen que se desarrollará hasta el 2 de noviembre.
El juego ofrecido por ambos cautivó ampliamente, puesto que dispusieron cada pelota para poder jugar desde el sector del campo que fuera.
En el primer tiempo los dos alternaron buenas y malas. Los rusos forzaron al local en base a una defensa asfixiante mientras que el elenco nipón, a pesar de los errores no forzados que sufrió en franco ataque, fue algo más.
De hecho, Japón consiguió dar vuelta un marcador que comenzó favorable a Rusia, con un temprano try a los 4’ logrado tras un tapping de Kirill Golosnitskiy y la conversión del apertura Yury Kushnarev.
Por su parte, acto después, todo fue del local que intentó en diversas oportunidades y apoyó a través de la figura de la cancha, el wing Kotaro Matsushima en sendas ocasiones: a los 11’ y a los 39’.
En el complemento, los 20’ del comienzo fueron solo del dueño de casa, que amplió diferencias con un penal de Tamura y un try de Pieter Labuschagne. Rusia en tanto, volvió a sumar con el pie de Kushnarev.
Un error defensivo a los 68’, le dio una nueva chance al local, que mediante el infalible Matsushima anotó otra vez para dejar el partido 30-10 y sentenciar el score final.
Gran apertura de la novena Copa del Mundo, con un partido entretenido y vibrante que posiciona fundamentalmente a los locales con vastas expectativas de cumplir su objetivo de avanzar a cuartos de final.
Accedé a las fotos de la previa al encuentro inicial en las afueras del estadio