Fotos: Jano Colcerniani
Los dos mejores del Seven de la República 2025 llegaron a la final masculina con atributos similares, la defensa, velocidad allí para reposicionarse y rearmarse para seguir defendiendo, para cuando recuperasen la poseción, rápidamente contraatacar.
Con esas armas sortearon la fase de grupo con tres victorias, quedando en el primer lugar de la tabla y en la llave de semifinales de Copa de Oro dar cuenta de dos seleccionados de fuste y con títulos en su haber, Buenos Aires y Córdoba que respectivamente vencieron Nordesde 15-14 y Entre Ríos 7-5.
La final cuasi mesopotámica tenía presagios de ambos lados, jugaba su partido también el terreno, campo sumamente pesado, barroso, mojado en parte y que no permitiría el dominio seguro de la ovalada. El venadense Federico Longobardi fue el designado para la finalísima y partido número 65 entre las dos jornadas masculinas.
Los primeros minutos se repartió el juego, cortado por la falta de control y también por la presión Chaco Correntina, en campo de Entre Ríos, safó el local de un par de ocasiones en zona de riesgo con su aguerrida defensa y pesca que llevaron a cometer penal y salir del acedio rival.
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Desde su territorio se armó el primer ataque entrerriano que pasaba mitad de campo, sobre el touch de la barranca, donde se congregó la mayor cantidad de público que vería pasar por allí la carrera del picante Joaquín Maiztegui que abrió el marcador, pero difícíl se le hizo a Máximo Cañas, por las condiciones antes mencionadas, sumar la conversión.
Sobre el final de la primera parte tuvo otra oportunidad la escuadra de la dupla Raiteri – Savio, en extremo ataque, casi debajo de la hache, Tomás Cornejo jugó rápido un penal sobre un espacio que se generó, pero la mala fortuna y los factores antes indicados conllevaron a un knock-on y se perdió irse al descanso con algo más margen en el tanteador.
Nordeste siguió apremiando a Entre Ríos con su durísima defensa, hasta que a base de constancia, restando dos minutos para el final, Ignacio Baiter de CURNE, pusiese el empate en banderita y restase casi la imposible conversión, con casi todos a pensando en alargue. Bueno, no fue así, porque en escena apareció Ignacio Meabe, de Taraguy, con un drop de otro planeta y establecer la diferencia, que el resto del partido no modificaría, para el segundo título del historial, el anterior fue en 1992, que acarrearon el encendido y largo festejo Chaco Correntinos.
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