Un color y calor Gigante

Amén del resultado final, el público decoró con fervor un estadio Gigante de Arroyito que se engalanó por segunda vez para recibir a Pumas–Wallabies. Alrededor de 40 mil personas se congregaron en Rosario. Gabriel Baldi, desde Rosario

Era la despedida de Los Pumas en nuestro país. Hasta la próxima temporada, el seleccionado nacional no jugará en nuestro país y dado el cierre del mítico Rugby Championship, nadie quería quedar al margen de tal fiesta del deporte.

En jornada de sol inmejorable, en el barrio de Arroyito se dieron cita espectadores de distintas partes del país, motivados por distintas razones, como ver un espectáculo de jerarquía internacional, alentar al representativo argentino y observar en vivo y en directo, a los mejores exponentes del deporte de la ovalada. 

Algunos, llegaron solo para ser parte de un partido de primer nivel entre dos conjuntos de gran consideración para el International Rugby Board y otros, lo hicieron acompañando a los protagonistas argentinos. 

Hubo gente procedente de Tucumán, Salta, Mendoza, Córdoba, Corrientes, Buenos Aires, de la ciudad anfitriona y claro está, de Santa Fe y Entre Ríos, considerando la cercanía que tienen con el evento. 

Por supuesto, no quedaron exentos del espectáculo los hinchas australianos, que aunque en un número reducido, alentaron a su equipo desde las plateas bajas del estadio del Club Atlético Rosario Central. 

El choque entre Duendes y La Tablada, enmarcado en una de las Semifinales del Torneo del Interior, sirvió como el preliminar ideal, para captar la atención de los primeros asistentes en el Gigante de Arroyito.

En cuanto a nuestra provincia, hubo representantes principalmente de las entidades paranaenses. En este sentido, se vieron en las tribunas banderas de Estudiantes, Rowing, Tilcara y Capibá, producto de la llegada de representantes de los clubes que dijeron presentes con delegaciones completas infantiles y juveniles o entre grupos de amigos, según el caso.

En las afueras de la cancha, los clásicos stands de las firmas patrocinantes de Los Pumas le ofrecieron al público juegos, entretenimientos, regalos y sorpresas, imponiendo un colorido único.

Asimismo, gente del Club Universitario de Rosario estuvo con urnas recolectando fondos en pos de la recuperación de Nicolás Becerra, el adolescente de 16 años, que sufriera meses atrás una luxación cervical con lesión medular y se encuentra actualmente en proceso de recuperación.

Un total aproximado a las 40.000 personas asistieron al partido para vibrar con cada acción y disfrutar al máximo un espectáculo imponente. 

En las situaciones más calientes del match, no faltó el tradicional “vamos Pumas, vamos, pongan huevos que ganamos”, el hit elegido por la mayor cantidad de espectadores. 

La “ola” en las tribunas, también fue infaltable.

Mientras que, casi con una hinchada propia, tal como sucedió en La Plata, el chajariense Nahuel Lobo fue alentado de manera especial por los entrerrianos presentes.

Por otro lado, unos 200 periodistas de toda la república fueron acreditados por la Unión Argentina de Rugby (UAR) para realizar la cobertura específica del encuentro. La comodidad en el trabajo de prensa y el servicio a los medios fue una constante durante todo el cotejo.

Por otro lado, las autoridades nacionales y extranjeras disfrutaron del tradicional Hospitality, entre ellos, hubo también representantes de la Unión Entrerriana.

Nuevamente y por segunda temporada consecutiva, el rugby litoraleño fue anfitrión de un evento inolvidable, que quedará seguramente marcado a fuego en las páginas doradas del deporte regional.

Fotos: GB

Rugby Championship

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