Ante la atenta mirada de unas 48.185 personas que se dieron cita en el Tokio Stadium, Los Pumas cayeron 39-10 frente a Inglaterra, por el tercer compromiso de ambos en el marco del Grupo C. De esa manera, Argentina volvió a caer en un partido que duele por el contexto y dado que desde ahora, quedaron relegadas las posibilidades de continuar en la próxima fase de Japón 2019.
EL PERÍODO INICIAL
En el primer tiempo, con un kick quirúrgico de Benjamín Urdapilleta para Matías Moroni sobre la defensa inglesa, en la primera acción a favor, Los Pumas estuvieron muy cerca. El wing surgido en CUBA no llegó a conectar y después de un scrum en cinco yardas para Argentina, la pelota circuló hacia el otro touch y el cordobés Santiago Carreras tuvo una chance justa.
Todo volvió al penal, que el 10 cambió por tres puntos para abrir el marcador, a los 6′.
Sin embargo, Inglaterra no tardó en reaccionar y dos minutos después tuvo su oportunidad y no la desaprovechó. Jonny May se encargó de apoyar, tras una maniobra colectiva que derivó en try sobre la bandera.
Seguidamente, los dos se dividieron la pelota en el centro del campo, hasta que a los 17′, Los Pumas sufrieron la expulsión de Tomás Lavanini, por un tackle alto a Owen Farrell. En la previa, sabido era que se trabaja de un choque sumamente difícil jugando 15 contra 15. En este caso, con más razón lo sería con un jugador menos.
Seguidamente el match cayó en una meseta y la posesión fue dividida. La Rosa, con un line seguro como plataforma de despegue, cedió para sus backs cada vez que pudo, fortaleciéndose principalemente con sus centros Manu Tuilagui y el capitán, Owen Farrell.
Los dirigidos por Mario Ledesma se dedicaron a defender y en contadas ocasiones lograron generar juego.
A los 35′, Ellot Daly definió una maniobra de varias fases que finalizó en sus manos. Los europeos ampliaron la ventaja y sobre el epílogo, estiraron la diferencia con varios pick & go y la concreción del medio scrum Ben Youngs.
Al término del primer tiempo, el marcador fue de 15-3 para los ingleses que se alzaron además, con estadísticas concretas: 70% de territorio, 64% de posesión, 264 metros recorridos en ataque sobre 91 de Los Pumas, tres penales ante seis.
En el complemento, Inglaterra ingresó con mayor actitud y a los 6′ sumó el cuarto try del partido. El equipo inglés quiso y pudo. Argentina solo se dedicó a defender en su campo y a buscar cómo contrarrestar los embates con el pié de George Ford.
Para colmo de males, uno de los más regulares en Argentina como Tomás Cubelli, sufrió una lesión por la que debió ser reemplazo por Bautista Ezcurra. Agustín Creevy ingresó por Montoya y se convirtió en el de mayor presencias en la historia, con 88 caps. Mientras que sin explicación, Ledesma sacó a Urdapilleta y De la Fuente pasó como 10.
A esa altura, cuando promediaba la mitad de este período, Inglaterra se lucía y Los Pumas eran puros arrestos individuales del concordiense Marcos Kremer, de Carreras y Moroni.
Fue precisamente en conjunto que Los Pumas alcanzaron su único try, apoyado por Moroni bajo los postes, a los 30′. Luego Inglaterra volvió a hacerse con el cruce y a sumar de a siete, mediante Jack Nowell y Farrell. Y a los 38′, con un elenco Albiceleste quebrado en todo sentido, padecieron otra vez la potencia inglesa para cerrar el tanteador.
El equipo no tuvo ideas firmes ni convicción. Así como en un gran lapso de los encuentros ante Francia y Tonga. Otra vez, Los Pumas volvieron a fallar. No tuvieron un buen partido. En 11 de los últimos 12 juegos con Ledesma, fueron vencidos. Esta vez, con el atenuante de que tras la caída, se vieron esfumadas las chances de continuar en el Mundial. ¿Qué pasará a futuro?