Adrián Prediger se sumó al acotado número de entrerrianos que viven en Europa de manera profesional, como es el caso, entre otros, de Juan Manuel Lescano, Juan Diego Zabalegui y Luciano Martínez, en España; Damián Montorfano, en Italia y Nicolás Coronel, en Inglaterra.
El Negro, de 31 años, surgió del Desarrollo provincial. Crespo lo vio nacer, crecer y consolidarse. Unión está arraigado en su corazón.
El primera línea que actualmente se desempeña en las filas de uno de los clubes más prestigiosos del mundo, como el FC Barcelona, en conversación con Tercer Tiempo manifestó cómo es su presente, sin dejar de lado ni olvidar, pese a la nostalgia, sus inicios en Entre Ríos, previo paso por Buenos Aires.
-¿Cómo llegaste al rugby del FC Barcelona?
-Había estado hace algunos años en Europa y mantenía un contacto. Estaba en Buenos Aires y pensaba jugar en Madrid. La historia es algo rara, pero mientras jugaba un seven playero en casi en el límite entre España y Francia, un entrenador me vio, charlamos y me propuso presentarme en una prueba. Lo hice. Después me fui de vacaciones y el pasado 16 de agosto recibí su llamado diciéndome que me necesitaba para comenzar la temporada 2017/2018. Nunca pensé que un club de semejante magnitud iba a fijarse en mí. Una vez que arribé al club, me entrené dos semanas y a la tercera ya me ficharon. Todavía no tuve la chance de debutar en Primera. Estuve concentrado para jugar el último partido frente a El Salvador y lamentablemente me lastimé, pero en algunos días ya estoy nuevamente en el ruedo.
-¿Cómo se vive el día a día en el rugby de semejante institución? ¿Han tenido la oportunidad de cruzarse con el equipo de fútbol?
-Para mí es un trabajo. Es una institución muy organizada. A la mañana generalmente hacemos entrenamiento físico, gimnasio, recuperación o fisioterapia. Entrenamos los martes, miércoles y viernes y jugamos los domingos. Según el rival de turno llevamos adelante el planeamiento de juego durante la semana. Todos los días son distintos. Se vive realmente muy bien. Por otro lado, personalmente no llegué a cruzarme con ningún futbolista del club, pero sí mis compañeros, ya que compartimos el mismo servicio médico. Algunos días de la semana entrenamos en el Camp Nou, así que varios se han cruzado con Piqué, Iniesta o el entrenador, Ernesto Valverde, que pasa mucho tiempo en la institución.
-¿Qué nivel de juego está teniendo actualmente el rugby español? ¿Cuánto influyó este año la llegada de tantos argentinos?
-Hoy en día el nivel del rugby español es muy bueno y creció mucho en relación a años anteriores. El seleccionado de España de hecho disputa el Seis Naciones B y pelea en el repechaje por clasificar al Mundial de Japón 2019. La llegada de varios argentinos seguramente habrá influido en algo. Acá en el FC Barcelona tengo como compañeros compatriotas al ex apertura de CUBA, Bautista Güemes; al hooker Martín García Veiga, ex Argentina XV y, Lucas Belgrano, segunda línea surgido de Jockey de Rosario. Además, hay algunos georgianos, dos chilenos y muchos españoles de buena talla. Tener compañeros de esta jerarquía te hace sin dudas levantar el nivel y exigirte al máximo en cada entrenamiento.
-¿Cuáles son tus proyectos y expectativas a futuro en el deporte?
-Principalmente dar lo mejor de mí para satisfacer las necesidades del FC Barcelona. Y después, sé que por razones de nacionalidad no puedo integrar las filas del seleccionado de España aunque si podría llegar a estar en el seleccionado de Cataluña. Mi objetivo pasa por entrenarme todos los días, jugar en el Barça y alcanzar un lugar en el combinado de Cataluña, que sería mi techo. Tengo las mejores expectativas en vistas al futuro, ya sea ser entrenador y demás.
-¿Cuál fue la influencia del rugby crespense en tu amor por este deporte?
-El rugby de Crespo fue mi cuna. Fue lo que me hizo creer en mí mismo y llegar a donde hoy llegué. Me dio todo. Me dio mis mejores amigos. Es una familia. Hoy, desde lejos, me doy cuenta que extraño mucho jugar con ellos. Mis amigos de la vida están ahí.
-¿Pensás en algún momento volver a jugar en Entre Ríos?
-Volver a Crespo siempre está entre mis metas. Sería impagable retirarme jugando con mis amigos de Unión, compartir un Tercer Tiempo y disfrutar de la gente, los viejos entrenadores y vivir un lindo momento. Siempre que vuelvo a Entre Ríos me doy una vuelta por el club y disfruto de todo eso. Realmente me genera una sensación impagable.