Más allá de cualquier éxito que un entrerriano pueda tener alrededor del mundo, volver a su tierra siempre es especial. Así lo manifestó Daniel Insaurralde a través de Tercer Tiempo en su visita a Radio Planet 95.1, este lunes. El Pollo, surgido rugbísticamente en el Club Atlético Estudiantes, está radicado en Italia ininterrumpidamente desde hace casi dos décadas. Allí creció como jugador y posteriormente se formó como entrenador.
Hoy, prácticamente de paso por Paraná, donde estará hasta febrero, dio cuenta del flamante rol que ocupará en los seleccionados de la Unión Entrerriana de Rugby (UER), como consultor técnico.
“A los 50 años me llegó la hermosa experiencia de ser padre. Así que hace un año soy papá de una beba hermosa que se llama Darina y que compartimos junto a mi mujer, María. Ella es ucraniana y nos conocimos en Italia y desde aquel entonces, quería que conozca Paraná, a mi ciudad, mi gente, mis amigos y afectos. Aprovecho la oportunidad también, para despuntar el vicio y sumar desde donde puedo en la UER”, contó.
-¿Cómo fueron tus primeros pasos en Europa?
-El 13 de diciembre de 1988 arribé como jugador al rugby profesional italiano. De a poco fui introduciéndome en el ámbito. Tuve la posibilidad de que un club se interesara en mí, pese a que no era un jugador de gran nivel. Mi llegada a Europa no fue fácil. Tenía algunos contactos para poder empezar a jugar allá pero hace ya casi 30 años, las comunicaciones no eran como ahora y todo se hacía cuesta arriba. Pero me logré insertar y crecer, pasando por distintos niveles. Entre otros, tuve la posibilidad de compartir equipo en Lazio con el neozelandés Zinzan Brooke.
Además de jugar, también trabajaba, no estaba a tiempo completo dedicado al rugby. Después, del 1994 al 1998 volví a Paraná, jugué en el CAE hasta que decidí partir definitivamente.
En el año 2000 comencé mi carrera como entrenador en diferentes clubes y distintas categorías de la Federación Italiana de Rugby. Por suerte pude conocer mucha gente y desarrollarme.
Entre otras cosas lindas que me pasaron, fue la posibilidad de darle una mano a un amigo como Martín Castrogiovanni para hacerlo incursionar en el rugby italiano, donde hoy en día y más allá de haberse retirado, en un ídolo que trasciende el deporte. En Italia verdaderamente lo aman.
-¿Cuál es tu rol específico en la actualidad en el seleccionado entrerriano?
-Esto es un mix entre todo lo que he estado haciendo como entrenador, porque vengo de una estructura diferente y esto me sirve para poder crecer. Esta es una experiencia muy enriquecedora que me hace sentir a la vez, como un ‘extranjero’ en el rugby de mis raíces.
Estoy feliz de darle una mano al Gringo (Luciano Furlán) y a Santiaguito (Santiago Reggiardo) en el seleccionado mayor de la UER. Esta posibilidad de estar en el cuerpo técnico es muy especial para mí. Estoy de hecho, muy ansioso por que comience el Campeonato Argentino.
Junto a un programador italiano estoy trabajando con el conocido sistema de -GPS que le brinda a cada staff, todas las estadísticas de los jugadores. Cuando lo apliqué acá, los chicos se sentían algo nerviosos, les parecía algo raro. Funcionan colocados con un elástico, por debajo de la camiseta y se ubican en la espalda. Ahora pretendemos desarrollar esta tarea con los jugadores del seleccionado de la UER. En el fútbol y el rugby internacional, es algo común. De hecho en Los Pumas y Jaguares también lo trabajan muy bien y lo consideran casi indispensable.
Entre otras cosas, estos aparatos llegan a medir la velocidad, cambios metabólicos, ritmo cardíaco, potencia, cambios de dirección y demás. Hay infinidad de parámetros, pero cada entrenador o preparador físico busca 10 u 11 variables según el puesto o el objetivo que pretenda de cada jugador. Es un producto muy interesante.
La tecnología brinda la posibilidad de optimizar los entrenamientos y que después salgan mejores partidos.
-¿Cuáles considerás que son las principales diferencias entre el rugby italiano y el argentino en la actualidad?
-La didáctica del rugby italiano es muy buena y considero que está un paso delante de Argentina, pero básicamente porque desde el 2000 que Italia entró en el Torneo Seis Naciones y comenzó a evolucionar, adecuándose a la estructura que acá llegó hace mucho menos tiempo.
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Más allá de que la didáctica es buena, los receptores son quizás más limitados porque acá, el rugby social, en los clubes, es muy diferente. Acá hay más gente que habla rugby y los clubes están mucho más desarrollados. En ese sentido, en Italia están un paso atrás. El principal cambio en el rugby italiano debe estar en la cultura.
OBJETIVOS CUMPLIDOS
Uno nunca olvida de donde salió y si bien Insaurralde está muy cómodo en Italia, no hay nada como sentirse cerca de los afectos en el lugar donde cada quien elige estar. En consideración, el ex back fue uno de los impulsores, desde el Viejo Continente, de la realización de la primera y única gira internacional de un seleccionado entrerriano, al generar un espacio para que el equipo compita en 2011 en el Seven de Roma.
Por otro lado, en febrero, fue uno de los artífices de la gira que llevó a cabo por Italia el Club Atlético Estudiantes.
“Estas cosas me hicieron extrañar mucho el rugby de mis orígenes y fue un gran disparador que hizo que al menos por unos meses, decida volver”, indicó.
