Con su mirada noble y bajo perfil, el paranaense Mario Romero continúa dando que hablar a nivel regional. Y poco tiene que ver su elogiable tarea como referee al respecto, sino que, lo trascendental, son sus obras personales.

Días atrás, Marito le había donado una serie de prendas a juveniles de Capibá RC. «El rugby nos ha enseñado a compartir, a hacer amigos y de eso no me olvido porque fue lo que me transmitieron cuando comencé a jugar a los ocho años, a ser respetuosos y solidarios», había afirmado en su momento en declaraciones a Tercer Tiempo.

Por su parte, este fin de semana una nueva actitud prevaleció al costado de una cancha. Con el afecto de siempre para una familia que aprecia y valora de corazón, el entrerriano le hizo llegar a Tomás Legarreta, jugador de la M19 del Paraná Rowing Club, mediante su papá Javier, un particular regalo.

«Al abrir la bolsa, Tomi se encontró con la camiseta N°15 que Mario usó como jugador del Paraná Rowing Club y hoy ha decidido regalársela a mi hijo, que la ha recibido con mucha admiración y orgullo», sostuvo Claudia Peserico, mamá de Tomás. «Imposible no dejar de agradecerle el gesto tan generoso y que Tomás guardará como uno de los tesoros más valiosos, de esos que tienen que ver con el afecto…», concluyó.

“Que mejor que una parte mía, quede dentro de la cancha…”. Esa, es la filosofía de Mario Romero. Para aplaudir.