Diego Etchevarne, jugador de Curiyú de Chajarí: “Llevo el rugby desde la cuna”

El rugby, en cualquier tiempo y lugar, es un sinónimo de pasión… simplemente por un espacio o por unos colores que no solo te distinguen, sino que te llenan el alma. En este sentido, la mirada se enfoca en el norte entrerriano, donde se percibe de la misma magnitud.

Diego Etchevarne, es jugador y referente de Curiyú de Chajarí, desempeñándose en diversas posiciones en el verde césped y, en el exterior del campo de juego cuando requiere la tesitura. El emblema, de 36 años, dialogó con Tercer Tiempo y expresó sus sentimientos por la ovalada.

-¿Por qué decidiste jugar al rugby?   

-Mi viejo es un eterno entrenador del club y desde muy chico estuve involucrado con la pelota. Llevo el rugby desde la cuna. De esa manera, comencé a jugar a los 10 años y transité, las infantiles y las juveniles en Curiyú. A los 17 años debí marcharme a Rosario, tuve un paso por Duendes y luego en San Luis de La Plata.

-Tras estar varios años lejos de tu ciudad natal… ¿Pensabas en volver a tus orígenes?

-Cuando retorné a la ciudad, sin dudas, volví a vestir estos colores y con el tiempo me sumé al staff hasta dirigir el plantel superior -en 2017-. Ahora, cuando me necesita el entrenador (Sergio Dell’Orto) trato de ayudar en la práctica y tácticamente.

-¿Qué te aportó el rugby?

-Me aportó el 90% de lo que soy actualmente como persona. Es un estilo de vida, me concedió valores y diferentes formas de encarar la realidad. Me dio muchas amistades y, también, buenas y malas experiencias.

-¿Qué significa Curiyú en tu vida?

-Sin ningún lugar a duda, es mi lugar en el mundo, es mi segunda casa. Es el sitio que elijo para estar, para pasar el tiempo, disfrutar y descargar todas mis emociones. Acá, puedo ser quien soy, y es increíble porque llevo adelante todo aquello que amo: jugar, compartir y entrenar.

-Hoy, ¿Cómo ves al club?

-En estos últimos años, la institución creció de gran manera. Se ven los frutos del trabajo que se realiza hace bastante tiempo. Ya sea desde adentro o afuera de la cancha, solo intento disfrutarlo. Es un buen momento y, a esta edad, permito ver cosas que, tal vez, antes las relacionaba diferente.

-¿Cuáles son las razones principales que te hacen pensar en el retiro?

-Hay circunstancias y responsabilidades extra deportivas que personalmente comienzan a jugar un poco más fuerte. Las lesiones durante la carrera te condicionan y te llevan a inclinarte hacia el retiro. Muchas veces, el rugby te deja detenidamente, y vos, dejás que te deje.

-¿Cómo te imaginas el futuro?

-Quiero seguir vinculado a Curiyú. La rutina y cuestiones laborales no me admiten que le otorgue más tiempo al club. Pero, en el futuro deseo dirigir y estar ligado a los diferentes planteles. Anhelo perseguir ese camino y colaborar desde ese punto, pero, siempre enmarcado por la alegría.